Sumergirse en el acantilado fiscal hubiera significado la aplicación inmediata de aumentos de impuestos y recortes de gastos que, como muchos temían, podrían haber arrastrado a los Estados Unidos hacia una profunda recesión. Una solución de última hora desvió el impuesto un poco, pero el tema del recorte del gasto se aplazó hasta el primero de marzo. Dado que no se logró un acuerdo sobre los recortes de gastos, una serie de reducciones automáticas han entrado en vigencia con la finalidad de ahorrar $ 85 billones de los programas nacionales y militares. Las medidas podrían tomar hasta 7 meses para adoptarse y la administración de Obama está tratando de encontrar un terreno común con el Partido Republicano para modificar los cortes y mitigar el daño a la economía estadounidense. Se teme que los recortes podrían golpear el 0,5% de PIB y costar miles de puestos de trabajo si no se suavizan.
Los republicanos quieren recortes en el gasto social y se oponen vehementemente a cualquier cambio en los impuestos, argumentando que ya cedieron terreno en esta cuestión en el acuerdo original. Los demócratas sostienen que las lagunas fiscales (que favorecen a los ricos) deben cerrarse en un esfuerzo para que no parezca que el Partido Republicano sólo se preocupa por los ricos y no por "los estadounidenses promedio".
El Presidente Obama ha celebrado tres reuniones en el Capitolio esta semana para tratar de llegar a un acuerdo, pero sigue siendo difícil de alcanzar, a pesar de su disposición a aceptar recortes a los programas de Medicare y Medicaid que habían sido las vacas sagradas demócratas.
A menos que algún cambio en el presupuesto se acuerde hacia finales de este mes (que es probable), el gobierno será incapaz de cumplir con todas sus obligaciones.
En el lado positivo, el gasto de los consumidores americanos creció un 1% el mes pasado, complementando mejores noticias en el frente del empleo - ahora sí los políticos pueden ponerse de acuerdo…
USA y el Secuestro, Se Llegará a un Acuerdo?
Dr. Mike Campbell