Es un asunto de confianza. La producción manufacturera de un país, luego de una recesión, va a repuntar solo una vez que las empresas estén convencidas de que existe una demanda (o que existirá en breve) para sus productos. Ellos tendrán que comprar más inventario y contratar más personal para satisfacer la creciente necesidad, pero no van a comprometerse con la expansión en un clima de incertidumbre. La fase de recuperación de la crisis financiera mundial ha sido muy débil, en gran parte debido a la continua incertidumbre en el sector financiero, los problemas de deuda soberana, las medidas de austeridad y la anémica demanda mundial.
En los Estados Unidos, dos índices de fabricación que son seguidos muy de cerca han proporcionado datos decepcionantes para mayo. El índice PMI, Purchasing Manager’s Index (o Indice de Gestores de Compras), elaborado por Markit, mostró un pequeño aumento en mayo hasta 52,3 desde 52,1 en abril -un valor por encima de 50 indica expansión-. Sin embargo, el índice del ISM ha caído a su nivel más bajo desde junio de 2009, bajando de 50,7 en abril a 49 el mes pasado. La lectura actual es la primera contracción vista en el sector desde el pasado mes de noviembre. Algunos analistas esperan que el crecimiento de los Estados Unidos en el segundo trimestre sea aún más débil, ya que los recortes impuestos por el Secuestro se empezarán a sentir y el debilitamiento de la demanda mundial ciertamente no ayudará.
En Europa, la producción manufacturera en la Zona Euro se contrajo por los 22 meses anteriores. Sin embargo, el índice de Gerentes de Compras de la Zona Euro de Markit ha pasado de 46,3 en abril a 48.3 en mayo. Esto indica que, aunque el sector sigue contrayéndose, el ritmo al que lo está haciendo se está desacelerando. La lectura de mayo es el más alto el índice visto en 15 meses. Los resultados individuales de los países del euro muestran que el valor de PMI de Alemania se encuentra en un máximo de 3 meses, en 49,4. Incluso España y Grecia mostraron mejoras en sus valores de PMI con España alcanzando un valor de 48.1, que es el mejor nivel desde hace dos años, y la lectura de Grecia llegando al 45,3, la lectura más alta de 23 meses. Ambas cifras indican que el sector manufacturero sigue disminuyendo, pero el ritmo de caída se ha moderado.