La Zona Euro y la Deflación

La preocupación acerca de una baja inflación o deflación en una economía es que puede actuar como un freno a la demanda, ya que los consumidores pueden retrasar compras importantes con la esperanza de que el costo pueda ser menor en una fecha futura. Aunque este argumento no tiene que ver necesariamente con una baja inflación (ya que los precios siguen subiendo aunque lentamente, por lo que los consumidores pagarán más si retrasan su compra), la mayoría de los bancos centrales ven un nivel de inflación de entre el 2 y el 3% como deseables para una economía.

En la Zona Euro, la inflación promedio de las 18 naciones se sitúa en el 0,5%. En España, los precios realmente han estado cayendo pero, allí y en Grecia, el conductor hacia una mayor demanda de los consumidores será una reducción del alto nivel de desempleo, ya que la recuperación finalmente se vislumbra.  El Banco Central Europeo (BCE) ha sugerido que considerará una política monetaria más flexible si la inflación sigue siendo muy baja.

El Presidente del BCE, Mario Draghi, indicó que un mayor fortalecimiento del euro podría actuar como un disparador para la acción. Irónicamente, un euro fuerte significa que los bienes importados y materias primas con los precios en dólares sean más baratos, mientras que el costo de los productos exportados de la Zona Euro es mayor. Hasta cierto punto por lo tanto, un euro fuerte significa una menor inflación, ya que el costo de las importaciones es más bajo.

Las Opciones del BCE

El BCE tiene dos opciones obvias para aliviar su ya (históricamente) la política monetaria laxa: ya sea una nueva reducción de las tasas de interés o el lanzamiento de un programa de compra de activos (QE Quantitative Easing o flexibilización cuantitativa). Por el momento, la tasa de interés de referencia se sitúa en el 0,25%, por lo que existe la posibilidad de una nueva reducción. Algunos analistas han sugerido que la tasa podría llegar a ser negativa (que fue el caso en Japón desde hace algún tiempo), lo que significa que los bancos tuvieron que pagar al banco central por dejar fondos en depósito con ellos.

La situación con respecto a las compras de activos (deuda pública) es algo diferente a la que enfrentan otros bancos centrales, ya que la UE no emite bonos comunales. La creación de un mercado adicional para la deuda soberana tiene el efecto de empujar hacia abajo el interés de los bonos, lo que facilita el costo de los préstamos a largo plazo para un estado. Los detalles de cómo funcionaría un programa de este tipo y qué estados se beneficiarían más aún no se han debatido.  La flexibilización cuantitativa bombea liquidez en el mercado a través de las comisiones pagadas a las instituciones financieras que realmente compran los activos en nombre del BCE (en este caso). La idea es que estas instituciones puedan entonces prestar dinero a las empresas.

Dr. Mike Campbell
El Dr. Mike Campbell es un científico británico y escritor independiente. Mike obtuvo su doctorado en Gante, Bélgica, y ha trabajado en Bélgica, Francia, Mónaco y Austria. Como escritor, se ha especializado en temas de negocios, ciencia, medicina y medio ambiente.