Con las tantas calamidades financieras ocurriendo en todo el mundo en los últimos tiempos, se esperaría que la planificación de un gran evento para discutir temas clave de la economía global sea anunciada con bombos y platillos.
La reunión de ministros de economía y presidentes de bancos centrales del G20 que se realizó la semana pasada pasó prácticamente desapercibida. Me costó trabajo encontrar artículos referentes a la reunión del 3 y 4 de setiembre en Estambul, a pesar de que la fecha estaba reservada desde hace varios meses. ¿Puede ser esto un indicio de la poca influencia de este grupo en el logro de cualquier efecto consistente y duradero en los mercados mundiales?
G7, G8, G20
¿Qué es exactamente el G-20 y cuál es su papel en la escena financiera mundial?
El Grupo de los Veinte (G-20) Ministros de Finanzas y Gobernadores de Bancos Centrales se reunieron por primera vez en diciembre de 1999 en Berlín, con el fin de coordinar los esfuerzos para ayudar a economías industrializadas y en desarrollo y para debatir cuestiones clave en la economía global. Fue organizada por los ministros de finanzas de Alemania y Canadá.
Sin embargo, el concepto original de la reunión de autoridades internacionales se remonta mucho más allá de 1999. Fue introducido en 1971 con el colapso del sistema de Bretton Woods de tipos de cambio fijos internacionales que hasta entonces había sido atado al precio del oro. Con la crisis del petróleo de 1973, la necesidad de una mejor coordinación de la política económica y financiera a nivel ejecutivo se hizo aún más evidente y, el 25 de marzo de 1977, los ministros de finanzas de Gran Bretaña, Francia, Alemania y Estados Unidos se reunieron y formaron el "Grupo de la Biblioteca”, cuyo nombre se debió a que la reunión se realizó en la biblioteca de la Casa Blanca. Este grupo llegó a ser conocido como el Grupo de los Cinco o G5. Japón se unió al grupo en septiembre de ese año e Italia fue invitada a la primera reunión celebrada en Francia en 1974.
En 1976, el grupo se convirtió en G7 con la adición de Canadá y Rusia se unió oficialmente en 1997 para cambiar el nombre de la asamblea a G8.
Democráticos y aliados de Estados Unidos
Los intereses iniciales del grupo claramente representaban los poderes económicos dominantes de ese entonces, mientras todos eran democráticos y militarmente aliados de Estados Unidos. El orden del día de las reuniones se centraba principalmente en cuestiones económicas y financieras pero, en los últimos años, se discutían también asuntos de seguridad y medio ambiente, entre otros.
Sin embargo, hacia la década de 1990, el enfoque regresó a la economía global cuando una serie de crisis financieras afectaron sobre todo a América Latina y Asia, convenciendo a los ministros de finanzas del G-7 que las economías emergentes claves no estaban lo suficientemente representadas en los esfuerzos globales de gestión económica y de que había una necesidad de incluir una serie de nuevos actores en la toma de decisiones importantes.
el G-20 es visto como el foro más importante de la gobernanza y la cooperación mundial, en sustitución del G7 una vez poderoso.
La Crisis Financiera Asiática
La crisis financiera asiática comenzó en Tailandia en 1997, con el colapso del baht tailandés después de que el gobierno de Tailandia se viera obligado a flotar el baht debido a la falta de divisas para apoyar su tipo de cambio fijo. Esto condujo a un drástico recorte en su paridad con el dólar estadounidense y, al propagarse la crisis, la mayor parte del sudeste de Asia y Japón experimentaron monedas alicaídas, devaluación de los mercados de valores y otros activos, y un rápido aumento de la deuda privada.
Tras cuatro reuniones iniciales en 1998 y 1999, en diciembre de 1999 se decidió ampliar el grupo a un número determinado de 20 delegados que consistiría en el G-8 más las potencias regionales clave, además de la Unión Europea, que había surgido en ese momento como un jugador importante en las finanzas globales.
En 2008 se celebró la primera Cumbre de Líderes del G20 para hacer frente a la crisis financiera que amenazaba con hundir los mercados globales. Los líderes del G-20 se han reunido ocho veces desde entonces, y una Cumbre de Líderes ahora tiene lugar cada año.
El G-20 está integrado por los ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales de 19 países: Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, del Sur Corea, Turquía, el Reino Unido, los Estados Unidos de América.
El asiento restante está en manos de la Unión Europea, que está representado por la presidencia rotativa del Consejo y el Banco Central Europeo. El G-20 no tiene personal permanente, ya que este rota entre los miembros y se selecciona de diferentes agrupaciones regionales cada año. Además, no hay votaciones formales o resoluciones sobre la base de las acciones con derecho a voto fijos o criterios económicos; todos los miembros del G-20 tienen una sola voz con la que pueden tomar parte activa en la actividad del G-20.
Los miembros del G20 representan alrededor del 85 por ciento del producto interno bruto mundial, más del 75 por ciento del comercio global y dos tercios de la población mundial. El G-20 se apoya en el análisis y el asesoramiento sobre políticas de una serie de organizaciones internacionales, tales como el Consejo de Estabilidad Financiera, la Organización Internacional del Trabajo, el Fondo Monetario Internacional y otros.
Cumbre de Turquía
A raíz de la reciente crisis financiera mundial, el G-20 es visto como el foro más importante de la gobernanza y la cooperación mundial, en sustitución del G7 una vez poderoso. En la cumbre que acaba de terminar en Turquía, se decidió que el grupo debe intensificar los esfuerzos de reforma para impulsar el crecimiento decepcionantemente lento, señalando las ultra bajas tasas de interés como no suficientes para acelerar la expansión económica.
Luego de la cumbre de 2 días, un dirigente expresó su optimismo diciendo que "ellos estaban seguros de que el crecimiento se recuperará y, en consecuencia, las tasas de interés en algunas “economías avanzadas” tendrían que subir."
Qué efecto podría tener esto sobre la situación financiera actual es algo incierto. Un informe publicado recientemente por el Banco Central Europeo, que siguió a las ocho cumbres del grupo durante el período de 2007 a 2013, llegó a la conclusión de que estas reuniones y sus recomendaciones no tuvieron efecto consistente y duradero en ninguno de los mercados relacionados. Los datos de la investigación sugirieron de manera decepcionante que la información y las decisiones tomadas por el G-20 han sido de importancia limitada para los participantes del mercado.
