Su implementación llevó más de 10 años de negociaciones, pero el mayor acuerdo comercial en dos décadas fue finalmente firmado, sellado y enviado el lunes.
Después de 5 años de negociaciones y conversaciones, la Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés Trans-Pacific Partnership), que incluye a una población de unos 800 millones de personas y que abarca el 40% de la economía mundial, ha sido establecida después de alcanzarse el mayor acuerdo comercial que ha negociado EE.UU. desde que se firmaron el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) y la Ronda de Uruguay hace más de veinte años.
Los 12 países que participan en la asociación de la cuenca del Pacífico son Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Vietnam y Estados Unidos. China no participó en el pacto, ya que aún no se ha comprometido a aceptar la mayoría de las normas establecidas por el TPP. Aun así, Pekín confía en el crecimiento potencial que anticipa que será generado.
Su implementación llevó más de 10 años de negociaciones, pero el mayor acuerdo comercial en dos décadas fue finalmente firmado, sellado y enviado el lunes...
Reunión de Atlanta
Los Ministros de la Asociación Transpacífico se reunieron en Atlanta, Georgia, el 1 de octubre de 2015 y mantuvieron extensas negociaciones sobre el acuerdo comercial durante varios días hasta que llegaron a un acuerdo final el sábado.
El plan TPP establece reglas comerciales comunes para los 12 países de la Cuenca del Pacífico que incluyen la reducción o eliminación de los aranceles sobre casi 18.000 categorías de productos, pero estas compensaciones llevarán años en ser percibidas y hay varios obstáculos a superar antes de que el plan pueda implementarse.
El acuerdo tendrá que ser ratificado por cada uno de los países miembros individuales, lo que puede llevar varios meses. Además, los aranceles se reducirán sólo progresivamente y el acceso al mercado se aumentará gradualmente. Muchos analistas ven un significado a largo plazo del acuerdo sólo cuando sea aceptado por todos los gobiernos de los países miembros.
El efecto sobre la mayoría de las naciones la Cuenca del Pacífico será un aumento del PIB y se espera que esto tenga una influencia positiva en el crecimiento mundial y en los mercados de divisas internacionales. Además, los analistas ven efectos futuros sobre las materias primas agrícolas blandas, la propiedad intelectual y los servicios exportables.
Otra razón por la que este acuerdo se considera importante es porque cubre áreas comerciales integrales que aún no han sido acordadas por la Organización Mundial del Comercio (OMC). El TPP, en esencia, se ve como un acuerdo que cubre la brecha existente entre las áreas del OMC y otras potencias como Japón y un Vietnam emergente.
De hecho, el principal beneficiario del TTP por el momento será Japón, especialmente los fabricantes de automóviles japoneses y fabricantes de partes, ya que van a conseguir un acceso más barato a los EE.UU., el mayor mercado de exportación de la industria.
Vietnam también será uno de los grandes ganadores, con el acuerdo aumentando potencialmente su PIB en un 11% en 2025 y sus exportaciones subiendo un 28% en el mismo período a medida que las empresas mueven sus fábricas al país de bajos salarios.
Además, los reducidos impuestos de importación de EE.UU. y Japón beneficiarán a los fabricantes de ropa de Vietnam, y la eliminación de los impuestos de importación del camarón, calamar y el atún, ahora en una media del 6,4% -7,2%, impulsará la industria pesquera del país.
Fármacos
La reducción de aranceles en todo, desde productos de hierro y acero, a los productos farmacéuticos, maquinaria, papel y partes de automóviles ayudará a los fabricantes de Australia y la industria láctea de Nueva Zelanda, que representa alrededor de una cuarta parte de las exportaciones del país, verá un ahorro de alrededor de 102 millones de dólares neozelandeses al año.
El acuerdo TTP eliminará cerca de 9000 millones de dólares australianos en impuestos de importación del comercio de Australia y el país va a tener acceso al mercado del azúcar de Estados Unidos, mientras que Japón reducirá los gravámenes sobre el producto, y la reducción del impuesto de reses ayudará a los ganaderos australianos.
Una de las razones por las que la aplicación del TTP llevó tanto tiempo en llegar a buen puerto vino a causa de las negociaciones sobre el período durante el que las empresas farmacéuticas pueden mantener el monopolio sobre sus medicamentos. Al final, Australia y Nueva Zelanda lograron presionar a los EE.UU. a ceder en la cantidad de tiempo que tendrán las empresas farmacéuticas como protección para los nuevos medicamentos biotecnológicos, y las empresas ahora tienen un mínimo de 5 años en lugar de los 12 años de protección impuestos por los EE.UU. El período de protección más corto debería dar lugar a precios más baratos en los fármacos y a una mayor competencia.
Iniciativa Liderada por EE.UU.
La iniciativa del TTP fue liderada por los EE.UU. y el presidente Obama ve su promulgación como una gran victoria. Pero no todos los miembros de la legislatura están satisfechos con el plan. Los miembros de ambas cámaras del Congreso ven al TTP como otra medida para fortalecer a Wall Street y a las grandes corporaciones y “tendrá un coste en puestos de trabajo en EEUU y perjudicará a los consumidores”. Los críticos del plan apuntan a una reducción de las normas medioambientales y a un aumento de precios de los medicamentos.
Según los economistas mundiales, con muchos Demócratas oponiéndose, así como principales candidatos presidenciales republicanos, entre ellos Donald Trump, y con las elecciones presidenciales llegando el próximo año, el TPP bien puede quedar parado en el Congreso.
Al igual que con todas las cuestiones financieras, sólo el tiempo dirá cómo resultaron las cosas.
