A partir del próximo octubre, el yuan se unirá al euro, el yen, el dólar y la libra esterlina como moneda de reserva en el FMI. Ser parte de esta cesta de élite de divisas da un gran impulso a las ambiciones económicas globales de China.
A partir del próximo octubre, el yuan se unirá al euro, el yen, el dólar y la libra esterlina como moneda de reserva en el FMI. Una moneda de reserva es considerada como una moneda fuerte, ampliamente utilizada en el comercio internacional y que los bancos centrales mantendrán como un componente de sus reservas de divisas. Es tal vez discutible que el yuan está aún por cumplir con el requisito de ser ampliamente utilizado en el comercio internacional en estos momentos, pero los acuerdos que los chinos han logrado con el Reino Unido están diseñados para impulsar esta situación en los próximos años.
La inclusión del yuan como moneda de reserva en el FMI refleja el hecho de que China se ha convertido en la segunda mayor economía del mundo y por lo tanto juega un papel importante en el escenario económico mundial. Mientras que el yuan se ha fortalecido frente a otras monedas importantes, este proceso se ha dado en paralelo al fortalecimiento del dólar de los Estados Unidos, el cual fue ensombrecido por el yuan. Estados Unidos ha sospechado durante mucho tiempo que los chinos infravaloraban artificialmente el yuan para asegurar que las exportaciones chinas mantengan una ventaja en los mercados importadores. Si EE.UU. hubiera declarado formalmente que el yuan estaba siendo manipulado, las autoridades estadounidenses se hubieran visto obligadas a adoptar sanciones contra los chinos, por lo que dicha declaración nunca se dio. Sin embargo, todo lo que hay que hacer es trazar los valores del yuan, dólar, yen, euro y la libra esterlina en un gráfico de tiempo y la conclusión es ineludible.
La Presidenta del FMI, Christine Lagarde, señaló que la inclusión era "un hito importante en la integración de la economía china en el sistema financiero global". China ha estado presionando desde el año pasado para que el FMI agregue al yuan a su cesta de monedas, la misma que utiliza para prestar a los prestatarios soberanos. El voto a favor de los representantes de los países miembros del FMI apoyando la medida marca un hito importante para China en su intento de poner el yuan a la par con el dólar estadounidense y desempeñar un papel cada vez mayor en los mercados globales.
La canasta de divisas suele revisarse cada cinco años por el Consejo Ejecutivo del FMI para asegurar que "refleja la importancia relativa de las divisas en el comercio mundial y los sistemas financieros". Las ponderaciones se ajustan con el tiempo y nuevas monedas se pueden añadir en dichas revisiones. Esta decisión significa que el yuan se unirá a la canasta en octubre del próximo año.
Es probable que los chinos tengan que permitir que el Yuan se negocie libremente en algún momento. Es probable también que su divisa se aprecie frente al dólar antes de que encuentre su valor natural, pero eso sigue siendo una cuestión política para los chinos, más que una cuestión de carácter económico.