A lo largo de las transacciones de la semana pasada, el precio del Oro estuvo en continuo descenso, y la caída del Dólar no ha detenido las ventas que empujaron el precio de la onza de Oro al nivel de soporte de US$1775, que es el nivel de soporte exacto que esperábamos en caso de que el precio se estabilizara por debajo de US$1800 porque, es un soporte psicológico que puede aumentar el control de los Osos sobre el rendimiento. De acuerdo con el último rendimiento, el precio del metal amarillo registró su mayor pérdida semanal en unos dos meses. El metal amarillo se ha vuelto menos atractivo desde el anuncio de tres vacunas exitosas que podrían eliminar el Coronavirus, lo que aumentó la confianza de los inversores en los mercados financieros mundiales. A pesar de las preocupaciones por la inflación, los inversores parecen estar terminando el año con un alegre rally, profundizando en las acciones y los metales industriales.
El precio del Oro registró un descenso semanal del 4.22%, recortando su subida desde el inicio de la cotización en 2020 hasta la fecha a menos del 18%.
La Plata, la materia prima hermana del Oro, también cayó para terminar la semana de trading acortada debido a la festividad de Acción de Gracias. En consecuencia, los futuros de la Plata cayeron a los US$22.77 la onza. Por lo tanto, el metal blanco sufrió un descenso semanal del 6%, pero aún así ha subido más de un 27% desde el inicio de las operaciones de 2020 hasta la fecha.
La pregunta ahora es: ¿El precio del Oro enfrentará una corrección o se dirige hacia un mercado a bearish? El metal amarillo está operando por debajo del promedio móvil de 200 días de US$1802. Pero los Osos creen que los contratos pueden bajar a US$1700.00.
La clase de activos del metal no se benefició de la caída de la moneda de los EE.UU, mientras que el índice del Dólar Estadounidense DXY, que mide el Dólar contra una cesta de seis monedas rivales principales, cayó 0.22% a 91.80 desde la apertura de 92.02. En consecuencia, el índice del Dólar registró una caída semanal del 0.65%, sumándose a su pérdida anual durante el año 2020 hasta la fecha del 4.8%. Por lo general, el tipo de cambio más bajo es bueno para los bienes denominados en Dólares, ya que hace más barato para los inversores extranjeros comprarlos.
En general, hay un mayor optimismo sobre la recuperación económica mundial en la actualidad, ya que tres de las vacunas más eficaces contra el virus del COVID-19 están siendo producidas por Pfizer, Moderna y AstraZeneca, esto junto con los anuncios de otras empresas. Ahora bien, con unos tipos de interés muy bajos y la posibilidad de un mayor estímulo fiscal y monetario, los efectos inflacionarios respaldarán a los metales preciosos.
La victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos contribuyó negativamente al precio de los metales preciosos porque se espera que adopte un enfoque más relajado de la política comercial con un país como China. Esto también se ha reflejado en los mercados de valores mundiales.
En cuanto a los precios de otros metales, los futuros del Cobre subieron a US$3.404 la libra. Y los futuros del Platino subieron a US$970.80 la onza. Los futuros del Paladio se establecieron a US$2.440,70 la onza.
De acuerdo con el análisis técnico del precio del Oro: el control de los Osos aumentó sobre la tendencia general del precio del Oro en medio de un violento quiebre del nivel de soporte psicológico a US$1.800. En análisis técnicos anteriores, indicamos que un breakout empujaría el precio del metal amarillo hacia niveles de soporte más fuertes y alcanzó el primer objetivo a los US$1775 y el siguiente a US$1760. Se puede considerar uno de estos niveles para comprar en preparación para un rebote más alto en cualquier momento, ya que el soporte empujará los indicadores técnicos a zonas de sobreventa. En el lado positivo, se espera un retorno a la estabilidad por encima de la resistencia de US$1800, el soporte psicológico previo, para buscar incentivos para el retroceso a bullish. Si no se consigue eso, aumentará el control de los Osos y, por tanto, la prisa por conseguir niveles de respaldo más fuertes. Veremos el retorno de la liquidez a los mercados después de la larga fiesta estadounidense y el comienzo de la presentación de los resultados de los datos a finales de noviembre, y el apetito de riesgo de los inversores podría detenerse un poco.
