El yen continua con su mal momento

Las acciones en EE.UU. continuaron con su tendencia y el Dow Jones cerró con ganancias por octava semana consecutiva (la mejor racha desde el 2004). La misma situación no se aplicó en todas regiones: en Asia y en Europa hubo algunos retrocesos. En el mercado de divisas también se vieron diferencias dentro de las regiones. La moneda de mejor desempeño fue el dólar canadiense mientras que la peor fue el yen.

La moneda japonesa continúa con su debilidad

El yen cayó frente a las principales divisas en la semana. Contra muchas terminó apenas por debajo de zonas clave (CAD, GBP y AUD) y frente a otras quebró importantes niveles (NZD) que sugieren que las caídas podrían continuar. La baja en el precio de los títulos del Tesoro de EE.UU., le puso fin a un rally alcista comenzado a principios de abril, presionó a las tasas hacia arriba y al yen para abajo. Además, continúa en Japón la discusión por lo que debería hacer el banco central y el gobierno para luchar contra la deflación. En el medio, siguen también los comentarios entre funcionarios si deberían o no intervenir en el mercado. Por el momento, esto no es necesario ya que el mercado, parece que continuará vendiendo el yen en el mediano plazo. Como siempre, el principal aliado que puedo impulsar con fuerza a la divisa asiática, es la aversión al riesgo generalizada.

En el extremo opuesto estuvo el dólar canadiense, que fue la moneda de mejor rendimiento. El principal impulso lo tomó del Banco de Canadá, que si bien mantuvo sin cambios la tasa de interés de referencia, habló de comenzar a retirar los estímulos monetarios, que ya no son necesarios. Léase: las tasas comenzarían a subir pronto, lo que siempre genera apreciaciones en la moneda.

Las monedas ligadas a commodities tuvieron un buen desempeño, aunque no lograron quebrar niveles clave frene al dólar. Contra las europeas subieron con fuerza y muchas marcaron nuevos máximos en meses frente el euro o se aproximaron a ellos.

Dentro de las europeas, el rendimiento fue variable. Mientas que el euro (por los problemas dentro de su zona) y el franco suizo (por el optimismo) se depreciaron bastante, mientras que la libra logró mantenerse en una mejor posición. No hay argumentos que hagan subir al euro. Si bien, tras el anuncio de que Grecia iba a pedir ayuda, se recuperó, lo hizo desde niveles mínimos en casi un año. Hubo otros argumentos, que deberían de haber ayudado al euro pero no lo hicieron, como fueron los buenos datos económicos que se conocieron de varios países de la zona, entre ellos Alemania. Esto implica que es aún pronto para comenzar a ver una recuperación en el corto plazo de dicha moneda y su tendencia continúa con un importante momento bajista. La libra, mostró señales de recuperación ayudada por buenos datos económicos y un mayor optimismo a futuro, que unos días, opacó los temores y la incertidumbre electoral.

El dólar terminó con resultados mixtos pero con más bajas que subas. Esto es el resultado de buenos datos económicos, mezclados con optimismo y apetito por invertir en otros sectores. Será importante para la moneda americana lo que suceda esta semana en el encuentro de política monetaria de la Reserva Federal. Señales que favorezcan el retiro de los estímulos monetarios, tenderán a impulsar al dólar, mientas que de mantenerse el mismo tono, en términos fundamentales, las monedas ligadas a commodities tendrán más motivos para seguir subiendo en el corto plazo.

Se rumorea con que cada vez son más, lo que dentro de la FED hablan de comenzar a vender activos comprados durante la crisis con el objetivo de achicar el abultado patrimonio.

La recuperación y los buenos resultados sigue

Los datos que se conocieron en la semana sugieren que la recuperación económica continúa con buen momento, aún en Europa, donde el problema sigue siendo los temores a que surjan nuevas situaciones como la de Grecia. Lo que ha genera tantos miedos ya no tiene todo que ver con un default de Grecia o el escenario extremo de un retiro de la Eurozona. Grecia no es Alemania, en el sentido de que su peso es menor en la zona, pero la misma situación puede extenderse a otros países, haciendo que la crisis sí, llegue a ser más europea que griega. Aquellos gobiernos que tienen problemas con sus cuentas públicas son los que con menos herramienta se van quedando para incentivar la economía y los que más necesitan de la recuperación.

En el otro lado, en EE.UU., hubo buenas noticias provenientes del sector inmobiliario, que ya no solamente de señales de estabilización, sino que ya hay algunos brotes verdes. Sin embargo, hay que esperar un tiempo más para confirmar que la situación esta tomando otro ritmo.

La reforma financiera continúa debatiéndose al igual que las causas y consecuencias de la crisis. El escenario se colmó la pasada semana con varios actores que van desde ex CEO de Lehman Brothers hasta Barack Obama. Mientras el primero declaró ante el comité que examina la crisis financiera y culpó a los reguladores, diciendo que no le señalaron lo que estaba mal (en el banco donde el trabajaba) y, para sumar más, adujo que la situación del banco no era mala. En definitiva, repartió golpes para los reguladores, y para el Tesoro y la FED por no haberlos salvado. Más que una declaración ante un comité que busca las causas que llevaron al sistema financiero a la crisis, sonó como una persona que se defiende de posibles futuras declaraciones ante jueces.

En otro lugar del escenario, Obama siguió con su lucha verbal hacia Wall Street, que ya no es novedad. La declaración de guerra data de meses atrás cuando el presidente dio su discurso de la Unión en el Congreso. Todo esto se da mientas se debate la reforma al sistema y surgen más comentarios sobre la acusación a Goldman Sachs. La cuestión ya está demasiado politizada y el presidente parece buscar una ley para firmar antes de las elecciones legislativas, sin importar mucho lo que diga: total, lo que importa es el discurso y sus ejes centrales.

Ben Bernanke en sus declaraciones dijo que lo sucedido con Lehman deja dos importantes lecciones: 1) que hay que cerrar las grietas regulatorias que hacen que las grandes instituciones financieras operen sin una robusta supervisión, y 2) para evitar tener que escoger entre salvar a una empresa o permitir una quiebra desordenada, hay que crear un nuevo sistema de resolución, que proteja a la economía haciendo que los acreedores y accionistas sufran pérdidas y sus ejecutivos sean remplazados.

Las empresas siguen generando sonrisas

Uno de los principales impulsores de las subas en los mercados fueron los resultados corporativos que al igual que en el trimestre pasado, continúan siendo mejor a los esperados. La mayoría de las grandes empresas obtuve buenos resultados, que animaron a los inversores y al mercado. La prueba del primer trimestre parece haber pasado.


www.molfx.com.ar