Soportando al euro en el mercado forex

Nuevamente se vivió otra semana que podría ser recordada por mucho tiempo, si es que las próximas no la opacan. Alta volatilidad, caídas más fuertes en un año en el mercado de acciones, nuevos temores y la frutilla del postre: intervenciones en el mercado de divisas.

¿Disminuye el ritmo de la caída o construyendo un soporte?

El euro tuvo su primera suba a lo largo del mercado en mucho tiempo, que dejó en segundo plano a los mínimos a los nuevos mínimos en 4 años a los que había caído. Sin embargo, la continuidad de la suba, no está claro a que factores se debió. Los movimientos muestran que hubo fuertes compradores que se metieron en el mercado impulsando al euro. No queda claro si esto continuará en el futuro, si se trató de una intervención para frenar los temores y moderar la caída o si por el contrario, se buscará poner un soporte artificial a la cotización.

Hubo también otros bancos centrales que se sospecha podrían haber salido a brindar soporte a su moneda anta la fuerte caída que estaban teniendo contra el dólar. Si bien, una devaluación de  una moneda local no es maligna por sí misma, la velocidad sí puede ser un problema, puesto que genera temores importantes que pueden llevar a muchos actores económicos a sobre-reaccionar generando movimientos exagerados en una variable macroeconómica clave como el tipo de cambio.

Las mismas razones son las que llevaron a generar este soporte el euro, puesto que las naciones europeas, suponemos no tienen problema en que su moneda se devalúe haciendo más competitivo al continente. Pero pasar de ello a que se tema por la estabilidad de la moneda es otra cosa y esto es lo que llevo a que reunión tras reunión, se acuerden distintas medidas para fortalecer la Unión Europea.

Nuevamente la aversión al riesgo impulsó al Yen y al Dólar

En el mercado de divisas la aversión al riesgo, disparó nuevamente al yen y al dólar, que fueron las monedas de mejor desempeño. En el otro extremo, estuvo el euro, que fue la de peor rendimiento y una de las pocas en quebrar los mínimos de la semana del 6 de mayo frente al dólar (EURUSD) y se aproxima a los mínimos del 2008, soporte que parece estar próximo a quebrarse.

El dólar de Canadá, si bien volvió a perder terreno frente al estadounidense, se mantiene muy lejos de los niveles alcanzados el 6 de mayo y ha recuperado lugar en el mercado. El loonie ha marcado máximos en décadas frente a la libra (GBPCAD) y frente al dólar australino (AUDCAD) quebró un importante nivel, lo que podría ser el comienzo de una mayor apreciación.

En otro lado contrario, encontramos al franco suizo, que parece estar siendo arrastrado por el euro y pese a al aversión al riesgo no logró apreciarse y perdió frente a las principales divisas, con la única excepción de la moneda común europea.

La libra perdió el momento que había ganado tras la renuncia de Brown y la asunción de Cameron. Esto último implica que Gran Bretaña seguirá fuera de la zona del euro, según las preferencias del nuevo primer ministro.

Las monedas ligadas a commodities tuvieron un dispar comportamiento pero cayeron frente al dólar y el yen, y continúan alejándose de los máximos del año pero marcando máximos récord y en años frente al euro. Para poner un ejemplo, el euro ha marcado nuevos mínimos históricos frente al Aussie (EURAUD) y lleva 16 meses seguidos con caídas consecutivas.

¿Está en peligro el Euro?

Rumores de todo tipo siguen circulando y son demasiado exagerados y poco pensados, pero ante la gran incertidumbre que se vive actualmente en los mercados financieros, son escuchados y se ponen en potencial, en lugar de ser descartados rápidamente. La situación se presta para eso, motivo por el cual, se sospecha que una acción de varios bancos centrales fue realizada para frenar por el momento la caída del euro, con el objetivo de darle un soporte y disminuir la ola de rumores y especulaciones.

El euro no está en peligro actualmente a juzgar por su valor: está cotizando por encima del promedio entre su precio más alto y el más bajo. El problema actual se originó en Grecia, cuyo PBI en relación a la zona del euro es de menos del 5%. La situación sería completamente distinta si el origen estuviera en Alemania.

Lo cierto es que la actual situación y la crisis fiscal y de deuda de varios países europeos, implican que la Unión Europea deberá reevaluar sus normas, sus aplicaciones y los pasos a tomar.

El desafío para la comunidad europea comenzó con la crisis del 2008 y aún continúa y se ha profundizado. El resultado final puede ser una unión más fuerte, congruente y con los grados de libertad y de poder de acción suficientes como para que las asimetrías existentes no sean tales que pongan  en peligro la unión. Si en esto se fracasa, posiblemente el euro puede ir dejándose de lado en el futuro. Pero lo más probable es que sea cuando un país tenga una grave crisis y la moneda este sobrevaluada o que la política le gane en algún momento a la economía y algún dirigente decida salirse del libreto. 

Los países europeos no deberían dejar de observar las experiencias de países de América latina con sus crisis, ya que muchas de las medidas aplicadas pueden ser copiadas. Si hoy se habla de Grecia siendo el primer país que podría dejar el euro, antes de que ello suceda tienen varias alternativas a aplicar, que si bien, algunas pueden estar hoy prohibidas por las reglas que rigen la Unión, es tiempo de flexibilidad y seguramente conseguirá apoyo para la aplicación de medidas extraordinarias. ¿Cuáles pueden ser? Una de ellas es que el gobierno federal lance una “cuasi moneda”, no convertible, que conviva con el euro, que sea utilizada por el estado para el pago de sus gastos corrientes y aceptada primeramente por este, pero buscando también una aceptación general. Lo mismo que utilizó el gobierno de Argentina con los denominados Lecop y en la provincia de Buenos Aires con los Patacones. Es simplemente una de las tantas medidas que le quedan a Grecia antes de llegar a salir del euro. Y ni hablar de la cantidad de alternativas que le quedan al euro antes de que entre en peligro de existencia.

Reforma financiera: se habla más de lo que se dice

La reforma financiera avanza en Estados Unidos y se aproxima el momento final. Solo resta unificar las propuestas de ambas cámaras y podrían ser aprobados los cambios más grandes desde 1930. El tema cada vez más politizado y menos discutido en su situación real. Quienes hablan a favor de la ley, acorde con lo que dicen, deberían ser nominados al premio Nóbel de economía ya que con una simple ley, dicen evitar las próximas crisis financieras y como parece ser, que toda la culpa fue de Wall Street en la reciente crisis, de un modo u otro, no va a haber más crisis.

A su vez, se pone a los grandes bancos en un lugar donde si llegan a tener problemas, la ley garantizará que no serán salvados y que su bancarrota será ordenada. Un simple pregunta surge aquí, si llegan a entrar en peligro nuevamente los bancos más grandes y cientos de bancos regiones al mismo tiempo, ¿tan ordenada será la bancarrota en su conjunto? ¿tan bueno será atarle las manos al gobierno para que no pueda hacer nada? Por suerte aún va a quedar la Reserva Federal para auxiliar, pero también esto entra en duda ya que con la actual auditoria que se le pretende imponer, pueden salir otros políticos a ponerle límites a su accionar también, al cuestionar la ayuda que brindó durante la crisis financiera.

Las cuestiones políticas están dejando de moverse en terrenos reales para subirse a discusiones de tribuna, donde no se mide mucho lo que se dice. Eso es una cosa, pero plasmarlo en una ley, ya es otra. Falta para que finalmente la ley se apruebe y aún no está claro, si incluye todas las cosas que dicen que incluye, pero, serán pocos los votantes que leerán la ley por completo. El mercado es el malo de la película, entonces los políticos (y más en tiempos electorales como el actual) salen a pegarle, porque suponen que pegarle al de mala imagen, le sube la suya. Cierto o no, se está dejando de lado las discusiones que se deberían estar teniendo. Quedó claro que el actual sistema necesita de una nueva regulación, pero no cualquiera.

Mercado embarrado

Fuerte volatilidad sigue caracterizando al mercado de divisas y genera recorridos que están excediendo el promedio en todos los cruces. En la semana que pasó la moneda de mejor desempeño fue el yen, que se benefició nuevamente por la aversión al riesgo y superó frente a ciertas monedas los máximos que había alcanzado el 6 de mayo, día en que el Dow Jones llegó a caer momentáneamente casi mil puntos. La moneda que le siguió fue el euro, impulsada, vaya a saber por quien o quienes. La moneda común se recuperó luego de marcar mínimos en cuatro años frente al dólar y en nueve contra el yen. Otra de las monedas que mejor rendimiento tuvo fue el dólar, también impulsada por la aversión al riesgo.

En el otro extremo, estuvieron las monedas ligadas a commodities que se desplomaron con fuerza. Esta vez no hubo ninguna que se salve y si bien el viernes recuperaron terreno, tuvieron una de las peores semanas desde octubre de 2008.

Lo claro que dejó la pasada semana, es que el mercado siempre sorprende y en este caso, vino por el lado de los cruces del euro con el franco suizo y luego frente al dólar, que movieron la pantalla completa. La actual volatilidad hace dificultoso cualquier tipo de análisis técnico ya que generan movimientos por encima de lo normal y muchas veces sobre reacciones.

Datos económicos

Los datos económicos siguen quedando en segundo plano y desplazados por cuestiones políticas y los temores que reinan en los distintos mercados financieros. En estas situaciones las malas noticias tienden a pesar más que las buenas. Las noticias que se conocieron fueron mixtas ya que por hubo tanto sorpresas positivas como negativas, pero el momento del mercado continúa dependiendo de otros factores. Los bancos centrales no sorprendieron con cambios en la política monetaria oficial, aunque se sospecha de muchas acciones que no han sido públicas.

La decisión en Alemania de prohibir determinadas operaciones bursátiles se trató de una decisión 100% política por el momento, con el objetivo de dar la imagen que el gobierno hace algo para estabilizar a los mercados. La medida generó mayor incertidumbre ya que el temor a que la política siga ganando terreno en torno a la economía ha aumentado. Estas medidas que tienen un objetivo de imagen pública nomás, en el fondo generan desconfianza. La única alternativa que puede hacer que todo haya sido distinto es si Alemania pensaba que el resto de los países lo iban a seguir.

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