Las únicas personas a quienes les gustan las medidas de austeridad son los grandes inversionistas en fondos soberanos. Mediante la imposición de medidas de austeridad de largo sufrimiento, el déficit presupuestario se puede pagar a niveles más razonables. Esto significa que los inversionistas pueden tener más confianza en que las naciones en cuestión van a tener capacidad de devolver el dinero que han pedido prestado. A su vez, esto significa que la rentabilidad de la deuda soberana se mantiene razonable. Si se pierde la confianza, el rendimiento aumentará vertiginosamente y la capacidad del prestatario para cumplir con sus obligaciones será puesta en duda aún más, dando inicio a un círculo vicioso.
El pueblo griego ha expresado claramente su frustración a sus líderes en una elección indecisa que vio a los defensores de la austeridad de tomar un baño de sangre, pero sin un mandato claro a la izquierda y sus políticos anti-austeridad. El dilema que enfrentan los griegos es que la gran mayoría de ellos desean permanecer dentro de la zona euro, pero es cada vez más claro que la negativa a cumplir los compromisos existentes los conducirá a ser expulsados.
El viernes, la Canciller Merkel instó al presidente griego a celebrar un referéndum sobre la continuidad de Grecia en el euro junto con las elecciones generales que tendrán lugar el 17 de junio. Dios no quiera que la señora Merkel interfiera en los asuntos de otra nación soberana, pero la sugerencia explica a los griegos que se enfrentan a una dura elección.
Para no quedarse atrás, el primer ministro británico, David Cameron, dijo que en su opinión la elección nacional griega ascendió a un referéndum sobre la permanencia de Grecia del euro, hablando en una cumbre de la OTAN que siguió a la cumbre este fin de semana del G-8.
En la cumbre, el presidente Obama hizo un llamado para que la UE se centre en empleo y crecimiento. El grupo se comprometió a la promoción del crecimiento y la responsabilidad fiscal y expresó su deseo de que Grecia permanezca en la UE. Parece como si los líderes mundiales se están posicionando para una atenuación de la austeridad, poniéndole un rostro más humano. A los griegos se les ha dejado clara la situación que enfrentarían - incluso si los políticos griegos subestimaran las implicancias y consecuencias.