La moneda común estuvo afectada en su mayor extensión la semana pasada por las preocupaciones sobre si los responsables políticos de la Zona Euro desembolsarían o no el próximo pago del rescate que se necesitaba para mantener al gobierno griego a flote durante un tiempo más. A principios de semana, los mercados se tranquilizaron por nada menos que los funcionarios alemanes diciendo que el acuerdo se encontraba en sus etapas finales; dichos comentarios le dieron al euro un impulso ligero y muy necesario.
Sin embargo, esto no duró mucho, pues ahora que el pago ya ha sido asegurado, los inversores han reconsiderado los antecedentes de dicha promesa, y algunos se preguntan por qué se hizo realmente. De acuerdo con un estratega de divisas, los mandatos de la recién concluida reunión de los dirigentes de la UE no se cumplieron. En concreto, considera que aunque la liberación del pago de rescate griego está avanzando, Grecia realmente no merecía la financiación adicional ya que no existe aún evidencia de la aplicación de las reformas requeridas.
Por otra parte, los inversores están digiriendo las perspectivas de las reformas adicionales para Grecia, teniendo en cuenta los objetivos de la nueva deuda y preguntándose de donde vendrán. El gobierno griego ya ha impuesto un enorme número de medidas de austeridad muy impopulares pero asegura que las perspectivas de crecimiento son nulas durante muchos años por venir.
Esas preocupaciones son válidas; de acuerdo con los nuevos objetivos se le otorga al gobierno griego un período adicional de dos años a fin de alcanzar las nuevas metas presupuestarias, y la Troika financiará un adicional de € 44 billones mientras tanto. Las previsiones se orientan a un primer superávit presupuestario en 2016, con la condición de que vuelva a crecer en 2014. Fue también implícitamente comprendido entre los participantes de la troika que la deuda griega se va a tener que reestructurar en algún momento después de que la economía tenga un superávit; una reestructuración implicaría que algunos miembros de la Zona Euro van a tener que perdonar al menos parte de la deuda griega.
Una serie de nuevos objetivos para 2014 y hasta el 2016 y más allá se establecieron para Grecia en la reunión, pero la hoja de ruta hacia el logro de los objetivos fue claramente ausente. Mientras que los analistas dicen que los objetivos son admirables, por ejemplo, la meta de la deuda y el PBI de Grecia son de 175% en 2016, un 124% en 2020, un 110% en 2022 y finalmente un 88% en 2030. El tema es ¿cómo el gobierno va a restaurar la confianza del mercado actual con el fin de alcanzar estos objetivos?.
Una posibilidad sería con vencimientos más largos de los préstamos junto con tasas de interés más bajas que podrían permitir al gobierno griego pagar la deuda adicional. Según el comisario de la UE para Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, las medidas más allá de una reducción de la tasa adicional tendrán que ser consideradas por los estados miembros de la UE. Varios de dichos miembros probablemente se opondrán a dicha opción, especialmente Alemania, Austria y Finlandia.
En la otra cara de la deuda está el tema del crecimiento, y muchos analistas han dicho que el enfoque de los políticos de la UE ha sido demasiado estrecho y que deben considerar la manera de promover el crecimiento en el sur de la Zona Euro. Un crítico sostiene que los motores de crecimiento se deben reiniciar en Grecia, España e Italia con el fin de asegurar que los motores económicos, es decir, Alemania y Francia, no se sobrecarguen aún más.