Ahora que finalizaron las elecciones en Japón, los invitamos a analizar el futuro del Banco de Japón (BoJ), su política monetaria y el JPY.
Como recordatorio, el Partido Liberal Democrático y su aliado político, el Partido Nuevo Komeito han ganado juntos 325 escaños en la Cámara Baja (294 y 31, respectivamente). Con 480 escaños en total, 325 es más de dos tercios. Esta parte es muy importante porque, en la constitución japonesa, una mayoría de dos tercios en la Cámara Baja puede anular el voto (y el veto) de la cámara alta. La cámara alta está todavía bajo el control del Partido Democrático de Japón, pero los resultados hacen este control irrelevante. En pocas palabras - las elecciones terminaron con LDP y su líder, Shinzo Abe, teniendo mucho poder y la capacidad de implementar casi cualquier política que puedan decidir.
Abe ha sido un opositor de la línea de acción del actual del Banco de Japón y del gobierno de Noda (líder del DPJ y actual Primer Ministro). El punto muerto en el que la economía japonesa se encontraba fue el centro de la campaña y el crecimiento es la principal preocupación del LDP. Abe dice que la política monetaria no es eficiente y que el Banco de Japón no es lo suficientemente agresivo en la lucha contra la deflación.
Tomar el poder ahora significa que los siguientes pasos serían inminentes:
En primer lugar, la posición en la lucha contra la deflación está a punto de elevarse a un nivel superior. En este momento, el objetivo de inflación del BoJ es del 1%. El mercado al parecer no cree que el gobierno tendrá éxito en alcanzar esta meta. Abe tiene la intención de forzar al BoJ a aumentar ese objetivo hasta el 2% (¿forzar? ¿cómo?). A pesar de que la agresividad por sí sola vale unos pocos puntos básicos más en las expectativas, el aumento parece ser injustificado. A menos que el verdadero objetivo de Abe sea del 1%, el 2% no es realista, ya que el BoJ claramente carece del poder para llegar hasta su objetivo actual, más modesto.
Por otro lado tenemos la hoja de balance del BoJ. Por tercera vez en los últimos meses, la semana pasada BoJ aumentó el tamaño de su programa de compra de activos. Este programa de estímulo debería inyectar más fondos en el mercado y ayudar a reactivar la economía. Con las tasas de interés en casi cero, el BoJ no puede utilizar esta herramienta para estimular la economía.
Es importante señalar que la orden del BoJ es la inflación, no el crecimiento. A diferencia del doble mandato de la Reserva Federal, el crecimiento no es el problema del Banco de Japón. Abe se refirió a esto al decir que el nuevo gobierno puede cambiar la ley y hacer al BoJ también responsable de la creación de empleo, además de la inflación. La independencia del BoJ también fue amenazada por las declaraciones sobre la modificación de la ley de una forma que se alinearían los objetivos BoJ con los del gobierno.
También es importante tener en cuenta que dentro de unos meses (en abril) culminará el mandato del Presidente del Banco de Japón, Sr. Shirakawa. Dado que el presidente del BoJ es nombrado por el primer ministro, Abe ya dio a entender que si el BoJ no cumple con las expectativas él va a designar un presidente más cooperador (léase: sumiso).
Hasta el momento, todo lo que escuchamos y vemos de Japón indica una política monetaria más agresiva y un yen más débil. Abe ha mencionado 90 y un nivel más aceptable para el USD/JPY. Esta es una buena oportunidad para considerar largos para el comercio de USD/JPY, con un horizonte de al menos unos meses.