¿Saldrá el Reino Unido de la UE?

El Reino Unido se unió a la Comunidad Económica Europea en 1973 tras un referéndum. Desde entonces, al parecer, los medios de comunicación y los políticos han estado argumentando que Bruselas tiene demasiado poder sobre los asuntos del Reino Unido y que un referéndum debe ser llamado para considerar la permanencia de la nación dentro de lo que ahora se ha convertido en una bestia diferente, la Unión Europea. Los políticos (y los medios de comunicación) se definen como "pro-europeos" o "euro-escépticos", dependiendo del lado de la discusión en que estén. Por supuesto, ninguno de los “lobbies” pro-Europa aboga para que Bruselas tenga más poder, pero sí murmuran que un mayor grado de integración europea sería de interés nacional. Naturalmente, muchos políticos adoptan lo que ellos creen que será una postura populista sobre el tema; al menos en público. Mientras que los líderes políticos más a regañadientes (o no) opinan que el papel de Gran Bretaña debe estar dentro de la UE, la posición de la opinión pública británica probablemente está del lado euro-escéptico del argumento. Esto da lugar a un dilema importante en la política del Reino Unido si se llama a referéndum, ya que la respuesta podría no ser la que los políticos de alto rango en todos los partidos mayoritarios quisieran oír.

David Cameron, el Primer Ministro británico, tiene previsto pronunciar un discurso importante sobre sus puntos de vista sobre el futuro de la política europea, por lo que la controvertida cuestión de un referéndum es más actual. Cameron ha tratado de poner el tema sobre la mesa insistiendo en que el "cambio real" y "opción real" en Europa se ofrecerán en las siguientes elecciones (2015). Se ha sugerido que los aspectos de la relación del Reino Unido con la Zona Euro (en particular) y la UE más amplia pueden necesitar ser revisados en vista de los cambios producidos por la crisis de deuda soberana en el bloque.

Un grupo de diez hombres de negocios líderes del Reino Unido han advertido al Primer Ministro de no poner la relación del Reino Unido con Europa en riesgo durante las negociaciones por el perjuicio económico que tendría el país. Un representante de la administración Obama también intervino para afirmar que los Estados Unidos quieren que el Reino Unido continúe como un importante miembro de la Unión Europea y que los referendos pueden producir resultados "hacia adentro"- sin que los Estados Unidos interfieran en la política nacional de un país soberano, por supuesto.