USA: Aumentan Precios de las Viviendas en 5.5%

El mercado de la vivienda es un indicador de la confianza de una nación. Cuando la gente está preocupada por la seguridad laboral y su capacidad para pagar una hipoteca, el número de viviendas vendidas (y los precios) descienden, ya que las personas necesitan una razón de peso para comprometerse con un movimiento de la magnitud de la compra de una casa nueva.

Según el último índice Case-Shiller, los precios de los inmuebles en los Estados Unidos han registrado un aumento de precios del 5,5% en noviembre de 2012, el mayor incremento que se veía desde el inicio de la crisis financiera mundial en 2006. El índice analiza los precios de las viviendas en 20 ciudades y el único lugar que registra una caída es Nueva York, donde los precios bajaron un 1,2%. Algunas subidas fueron sorprendentes: los precios en Phoenix, Arizona, tuvieron un aumento del 23% y Detroit y San Francisco vieron aumentos del 10%. Sin embargo, mientras que la tasa de incremento (en promedio) se encuentra en su nivel más alto desde la crisis, el costo de las viviendas está aún un 30% por debajo del pico de mercado. Esto representa o un gran valor en este momento o una corrección largamente esperada en el valor de las propiedades, dependiendo del ángulo en que se miren las cosas.

El volumen de ventas de viviendas y nuevas construcciones se mantiene muy por debajo de la media a largo plazo, lo que refleja la profundidad de la crisis financiera global. Sin embargo, el inventario de viviendas sin vender ha vuelto a los niveles anteriores a la crisis.

Otros datos indican que la confianza del consumidor en los Estados Unidos sufrió un revés en enero; el índice del Conference Board Consumer Confidence cayó de 66,7 a 58,6, una caída más aguda de lo que muchos habían anticipado. Los analistas han atribuido esto al efecto de aumento de sueldos e impuestos que han entrado en vigor a raíz del acuerdo de última hora sobre el "acantilado fiscal". El acuerdo evitó severos aumentos de impuestos y recortes de gastos que se habrían desencadenado automáticamente. El tiempo se acaba para los políticos para llegar a un acuerdo sobre los recortes de gastos que se aplazó por dos meses en dicho acuerdo.