Estados Unidos tiene un problema enorme en la forma de su deuda - un problema que no se produjo de la noche a la mañana. La montaña de la deuda en los Estados Unidos se estima en $ 16,6 billones - aproximadamente 83.000 dólares por habitante, teniendo en cuenta que la población del país bordea los 200 millones de almas. Es evidente que algo hay que hacer al respecto. Un movimiento se dio para colocar un tapón (el techo de la deuda) en los gastos presupuestarios, pero el problema, en las profundidades de la crisis financiera mundial, es que se ha superado el límite del gasto que requiere la aprobación del Congreso.
El tira y afloja en el período previo a las elecciones de 2012 significó que los acuerdos eran asuntos enconados y partidistas que sólo se dieron en el último minuto. En un intento de enfocar las mentes, los legisladores propusieron el llamado acantilado fiscal que suponía subidas de impuestos y recortes de gastos si no se alcanzaba un acuerdo mejor de antemano. Llegado el momento, aunque el acantilado fiscal se evitó, se logró un acuerdo sobre los impuestos, mediante el cual los estadounidenses más ricos pagarían más impuestos, pero algunos recortes tributarios se dieron también para los ciudadanos promedio. La segunda parte del acantilado fiscal, los recortes de gastos obligatorios, se aplazaron hasta el primero de marzo.
A pesar de que una serie de reuniones se realizaron entre los dirigentes de los partidos Republicano y Demócrata, no se alcanzó un acuerdo para la fecha límite, forzando al Presidente Obama a firmar los recortes de $ 85 billones que vendrán en los próximos 7 meses.
El Presidente, naturalmente, echó la culpa de la debacle a sus oponentes: "Han permitido que ocurran estos recortes porque se niegan a ceder ni un milímetro para ayudar a reducir el déficit. No deberíamos estar haciendo una serie de recortes tontos y arbitrarios a cosas de las que dependen las empresas y los trabajadores”.
Se estima que los recortes podrían costar 750.000 puestos de trabajo en Estados Unidos y reducirían el PIB de la nación en un 0,5%. Por su parte, los republicanos señalan que los recortes automáticos son una propuesta democrática y que sienten ellos han tomado una actitud responsable. De cualquier manera, el pueblo estadounidense probablemente se sienta defraudado por sus representantes electos, sus riñas harán poco para resolver las dificultades económicas que enfrenta la nación.