La Reserva Federal de Estados Unidos está apoyando a la economía mediante la compra regular de activos, principalmente de bonos públicos y títulos basados en hipotecas. Cada mes, bombea 85 billones de dólares a la economía americana en un intento por mejorar la liquidez y mantener bajos los costos de los préstamos hipotecarios a largo plazo, tanto gubernamentales como domésticos. En circunstancias normales, estas tasas se establecerían por las fuerzas del mercado pero, a raíz de la crisis financiera mundial, el sector financiero todavía se encuentra un tanto en picada. Los bancos están reacios a prestar a las empresas, de ahí la necesidad de mejorar la liquidez en la economía, así como la necesidad de mejorar sus balances (mediante la obtención de más liquidez) para estar en mejores condiciones de resistir un futuro shock bancario.
Siempre ha estado claro que el paquete de estímulo de la Reserva Federal no podría continuar para siempre sin correr los riesgos de una pérdida general de confianza en el dólar de EE.UU. como moneda de reserva del mundo y de una hiperinflación. Al igual que un sistema de soporte de vida, si el paciente ha de tener alguna calidad de vida, el apoyo debe eventualmente ser retirado y el paciente debe respirar por sí solo. El Presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, ha comentado que creía que el paquete de estímulo sería reducido a finales de este año y se retirará completamente en algún momento del próximo año. Las declaraciones condujeron a un colapso de la confianza de los inversores, con los mercados bursátiles de todo el mundo cayendo nuevamente.
Con el fin de calmar a los mercados, la Reserva Federal ha aclarado su posición sobre la reducción, y ha explicado que ésta estará inextricablemente ligada a la salud de la economía de Estados Unidos. Los miembros de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal han aclarado la posición: "si las condiciones del mercado de trabajo y el impulso de crecimiento de la economía fuesen desfavorables, es de esperar que las compras de activos continúen a un ritmo más alto durante más tiempo", explicó William Dudley, Presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Otro miembro destacó: "El patrón de las tasas dependerá en última instancia del patrón de la economía. Quiero hacer hincapié en la importancia de los datos más actualizados”.
Sin embargo, a pesar de estas garantías, las tasas hipotecarias han aumentado en un 1% durante el último mes y se sitúan en el 4,46% para un préstamo a 30 años, lo que es su nivel más alto en dos años.