Las cifras publicadas recientemente muestran que la economía de EE.UU. creó 195.000 nuevos puestos de trabajo en junio. La cifra superó las expectativas de los analistas, quienes habían proyectado que se crearían unos 30.000 empleos menos. Otra buena noticia fue proporcionada con la revisión de los datos de abril y mayo, que reveló que se crearon 70.000 puestos de trabajo más que lo estimado originalmente. Si bien esto es sin duda una buena noticia para las personas involucradas, el nivel general de desempleo en los Estados Unidos se mantiene sin cambios en el 7,6%, lo que indica que la recuperación todavía está luchando para conseguir realmente ponerse en marcha. El desempleo es un indicador rezagado del ciclo económico, y sólo mejorará cuando las empresas confíen en una mayor demanda de sus productos o servicios.
Los mercados reaccionaron positivamente a la noticia pero el rendimiento de la deuda pública ha aumentado, por lo que los préstamos son más costosos. El motivo de la subida es que los inversores creen que la mejora del desempleo significa que la Reserva Federal probablemente aumente las tasas de interés de sus mínimos históricos tan pronto como a finales del próximo año. Dado que la tasa de desempleo se ha mantenido sin cambios y que la Reserva Federal ha dejado claro que sería necesario que el empleo caiga por debajo del 6,5% antes de considerar una reducción de las políticas monetarias acomodaticias, esto parece un poco prematuro.
Los nuevos empleos creados fueron principalmente en los sectores de hostelería y de ocio; los empleadores tomaron personal para atender a la creciente demanda en la temporada de verano, por lo que el temor es que estos mensajes sólo serán temporales tiene a la nación en sus garras. El sector manufacturero, que no es estacional, siguió reduciendo su fuerza de trabajo a pesar de las promesas del presidente Obama para ayudar a contratar un millón de nuevos trabajadores durante su actual mandato.
Algunos sugieren que las mejores cifras de creación de empleo tienen que ver con el "secuestro", mediante el cual el gobierno eliminó 7.000 personas de la nómina federal en junio, que fue menos de lo esperado, pero sirve para demostrar que el secuestro de hecho tuvo un impacto negativo sobre el empleo. Es imposible revertir el efecto de estos recortes obligatorios en materia de empleo. Si no hubiera tenido lugar, el crecimiento del empleo podría haber sido real (en términos de la tasa de desempleo subyacente) en lugar de estática.