La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico se estableció en 1961 y puede remontar sus orígenes a la administración del Plan Marshall, que fue puesto en marcha para reconstruir Europa después de la Segunda Guerra Mundial. La OCDE emplea a cerca de 2.500 empleados y tiene su sede en París. Cuenta con una membresía de 34 naciones y su objetivo es "promover políticas que mejoren el bienestar económico y el bienestar social de las personas en todo el mundo."
En su comunicado de prensa más reciente, el Secretario General de la OCDE, Ángel Gurría, emitió varias notas de cautela sobre las perspectivas globales en las secuelas de la crisis financiera mundial: "La recuperación es real, pero a una velocidad lenta, y puede haber turbulencias en el horizonte. Existe el riesgo de otro ataque de política arriesgada en los Estados Unidos y también existe el riesgo de que la reducción de compra de activos por parte de la Reserva Federal de EE.UU. pudiera llevar a una renovada ola de inestabilidad. La salida de la política monetaria no convencional será un reto, pero también lo será la acción para prevenir otro estallido en la Zona Euro y garantizar el logro de las perspectivas de Japón en cuanto a crecimiento y metas fiscales".
La OCDE ha ajustado sus proyecciones de crecimiento a partir de mayo y ahora sugiere que las perspectivas de las economías emergentes se han atenuado y en consecuencia ha rebajado su previsión de crecimiento mundial de 3,1% a 2,7% este año. Se proyecta que el crecimiento mundial debería recuperarse en el año 2015. La organización ha mejorado su previsión de crecimiento del Reino Unido del 0,8% al 1,4% en 2013, llegando a 2,4% el próximo año.
La OCDE prevé que el crecimiento dentro de sus estados miembros será de un 1,2% este año, pero casi se duplicará hasta el 2,3% el próximo año. Se prevé que el desempleo en Europa no caerá por debajo de la marca del 12% hasta finales de 2015 y apunta a la desaceleración del comercio mundial, la reducción de los flujos de inversión directa e inversiones fijas como contratiempos potenciales para la recuperación mundial.