El empleo es un indicador rezagado del ciclo económico y por lo general se incrementa una vez que está en marcha la recuperación y las empresas necesitan más personal para atender la mayor demanda de los productos o servicios. La recuperación a raíz de la crisis financiera mundial se ha caracterizado por su debilidad y el carácter irregular de la demanda en todo el mundo.
En Estados Unidos y el Reino Unido, los paquetes de estímulo fiscal se han utilizado para tratar de impulsar la recuperación con la provisión de dinero barato inyectado en la economía a través de las compras de activos (bonos), pero estas medidas deben terminar en algún momento. La estrategia de Forward Guidance dada por la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra ha sugerido repetidamente que el detonante de la introducción progresiva de la retirada de estas medidas será cuando el desempleo disminuya más allá de un cierto nivel, el 6,5% en los EE.UU. y el 7% en el Reino Unido. Sin embargo, los analistas han sugerido reiteradamente que estas cifras no son inamovibles y que el “endurecimiento" puede comenzar antes de que estos objetivos se cumplan. El rendimiento del tercer trimestre en Estados Unidos se revisó al alza desde el 2,8% al 3,6%, alimentando aún más esta especulación.
Los datos publicados por el Departamento de Trabajo de EE.UU. deberían alimentar el debate sobre la reducción del programa de estímulos, ya que revelan que el desempleo ha caído a su nivel más bajo en cinco años y en la actualidad se sitúa en el 7%. 203.000 puestos de trabajo se crearon en noviembre, lo que superó las expectativas de los analistas. Sin embargo, una nota de advertencia sonó porque las cifras podrían estar infladas por a re-contratación de los empleados públicos que fueron despedidos cuando los legisladores estadounidenses permitieron el cierre parcial del gobierno, a mediados de octubre.
La Reserva Federal está bombeando $ 85000 millones al mes en su programa de compra de activos. Parte de este dinero se ha dirigido a las inversiones en los mercados de valores de países emergentes y se prevé que estos mercados caerán tan pronto como se ponga en marcha el proceso de reducción del programa.