Los detalles del último Informe Tankan, elaborado por la Comisión de Empresas del Banco de Japón muestran que la confianza empresarial japonesa está en su nivel más alto en seis años. El resultado está siendo visto como un voto de confianza en las políticas económicas del gobierno de Shinzo Abe, que acaba de cumplir su primer aniversario de llegada al poder.
La encuesta Tankan llegó por encima de los niveles esperados por los analistas con el índice para los grandes fabricantes pasando de 12 en la encuesta de junio, hasta situarse en 16. La encuesta también indicó que las grandes empresas prevén que aumentarán el gasto de capital en el nuevo año en un 4,6%.
La prioridad de Shinzo Abe es terminar con la deflación de los precios. Japón ha sido afectado por dos décadas de caída de precios. La deflación es vista como un lastre para la economía, ya que los consumidores retrasan las compras más grandes por el mayor tiempo posible con el fin de tomar ventaja de los precios que saben serán menores en el futuro. Esto sofoca la demanda interna, que es un componente clave en cualquier economía. El Banco de Japón tiene como objetivo una tasa de inflación del 2%. Si bien ha habido inflación de precios positiva este año, gran parte de ese aumento se debe al mayor precio que Japón tiene que pagar por la importación de combustibles fósiles que tienen un precio en dólares. El yen se ha reducido en un 24% frente al dólar desde hace un año - lo que significa que la factura energética de Japón ha aumentado en una cuarta parte-. Toda la capacidad de generación de energía nuclear de Japón está actualmente apagada debido a las pruebas de seguridad y a una pérdida de confianza del público en el sector a raíz del accidente de Fukushima.
El gobierno está gastando en proyectos de infraestructura y ha adoptado una política económica acomodaticia destinada a estimular la economía japonesa. En última instancia, al igual que con el plan de estímulo fiscal estadounidense, el apoyo debe ser retirado y la economía tendrá que haber desarrollado el impulso suficiente para mantener su crecimiento. Es demasiado pronto para hacer cualquier evaluación significativa de "Abenomics", como se conoce a las políticas del Sr. Abe, pero sus medidas parecen estar produciendo al menos una sensación de bienestar. El índice Nikkei ha aumentado en aproximadamente un 50% respecto al año desde Abe llegó al poder.