2013 fue un buen año para el índice japonés Nikkei 225, que aumentó en más de un 50% de su valor. Los inversores se inspiraron en la elección de Shinzo Abe, en diciembre de 2012, que llegó al poder prometiendo acabar con casi 20 años de deflación en la economía japonesa y revertir los años de estancamiento económico. Esta política implica que el Banco de Japón apunta a activamente a una tasa de inflación del 2% y políticas monetarias acomodaticias. El Banco de Japón continúa con su programa de compra de activos, que ve más de $ 70 billones inyectados en la economía cada mes. "Abenomics", como se ha denominado a las políticas del primer ministro, han ocasionado que el yen se deprecie significativamente frente a otras monedas desde Abe llegó al poder. El Yen cayó un 25% frente al euro en el transcurso de 2013 y perdió casi el 20% de su valor frente al dólar de EE.UU. Dado que la UE y Estados Unidos son los principales socios comerciales para las exportaciones japonesas, la caída del yen ha ayudado con la competitividad de las importaciones japonesas en estos mercados.
Durante las dos primeras sesiones bursátiles del año, el Nikkei ha bajado desde 16.291 a 15.814, una caída del 3%. Los analistas creen que esto es un ajuste a la baja para la toma de ganancias. En declaraciones a la BBC, Richard Jerram, Economista Jefe del Banco Central de Singapur, era optimista sobre el Nikkei en el transcurso de 2014: "Sabemos que hay más por venir desde el Banco de Japón, el yen va a seguir bajando y tal como lo vimos el año pasado, es una dinámica bastante simple. Potencia el sector empresarial, aumenta las ganancias y el mercado de valores”. En su opinión, el Nikkei 225 podría terminar el año con un 15 y un 20% por encima de su nivel actual.