Como consecuencia del éxito percibido de "Abenomics" muchos economistas habían esperado ver un fuerte crecimiento en el cuarto trimestre de 2013 en Japón, con las predicciones llegando a un saludable 2,8%. Al final, las proyecciones iniciales de crecimiento en T4 de Japón sugieren que la economía creció sólo un 1% (cifras en base anualizada). El resultado mediocre se ha atribuido a un gasto débil del consumidor, una balanza de pagos de las exportaciones peor de lo previsto y una caída en el gasto de capital.
Ciertamente, el cambio de generación de energía de origen nuclear (que representa un tercio de las necesidades de electricidad de la nación) al combustible fósil ha dado lugar a un importante déficit comercial, ya que tiene que ser importado y pagado en dólares. Con la disminución de los ingresos procedentes de las exportaciones cotizadas en yen (debido a su depreciación) y los mayores costos de importación de bienes (en particular de combustible) con un precio en dólares, la balanza de pagos ha afectado negativamente el PIB.
La administración de Shinzo Abe ha estado en el poder por un poco más de un año. Su objetivo ha sido el de rejuvenecer la economía japonesa, revirtiendo años de estancamiento, y poner fin a la deflación en la economía mediante la estimulación de la demanda interna. Japón tiene la deuda más alta del mundo en relación al PIB que cualquier economía importante y Abe ha determinado aumentar los ingresos del gobierno elevando el impuesto a las ventas. El impuesto a las ventas se incrementará del actual 5% al 8% en abril. Hay opiniones encontradas sobre si el aumento del impuesto a las ventas le dará un impulso al gasto del consumidor en T1.
Durante este primer año de gobierno de Abe, el Nikkei obtuvo ganancias sustanciales del 30% y el yen perdió alrededor de un quinto de su valor frente a otras monedas importantes. Se ha registrado asimismo una modesta inflación de precios al consumidor, pero gran parte de ello se debió al aumento de los costos de producción de energía a causa de la conmutación de la capacidad de generación de energía nuclear para la generación de electricidad basada en combustibles fósiles.