La situación financiera de Ucrania es bastante desesperada y es muy poco probable, dada la situación geopolítica actual, que pueda aferrase a su tradicional aliado, Rusia. En lugar de eso, la nación debe volverse hacia el FMI, la UE y EE.UU. para que le lancen un salvavidas financiero –las mismas presiones geopolíticas significan que la UE y EE.UU. ofrecerán ese apoyo.
Como precedente de la ayuda del FMI, Ucrania ha tenido que aceptar un alza significativa en los precios que cobra por el suministro de gas doméstico, el cual está fuertemente subvencionado. La medida implica que los consumidores domésticos pagarán 50% más por gas con nuevas subidas hasta el año 2018. Actualmente, Ucrania recibe alrededor de la mitad de su gas natural de gigante ruso Gazprom y luego suministra a sus ciudadanos con gas a precios inferiores al mercado internacional. Los aumentos de precio también golpearán a empresas de calefacción urbana (con un alza del 40% en julio) y a la industria.
Ucrania necesita el apoyo del FMI para poder cumplir con los pagos de préstamos extranjeros y para cubrir un agujero en el presupuesto del gobierno. Tras el acuerdo con el FMI también se podría obtener el apoyo financiero de los EE.UU. y la UE. Al igual que los préstamos que otorgó a algunos países de la zona euro en colaboración con la zona euro en general, el FMI probablemente requerirá reformas de Ucrania, con el objetivo de poner la economía en una posición segura en el largo plazo. Esto probablemente incluirá medidas para frenar la corrupción y desvincular el apoyo del banco central a la moneda ucraniana. Ucrania espera que su economía se contraiga un 3% en 2014.
El apoyo del FMI ha sido confirmado en principio (hoy) y se dice que tendrá un valor de hasta $ 18 billones durante un período de dos años. El acuerdo dará acceso a una mayor asistencia de los EE.UU. y la UE, estimado en adicionales $ 1 billón (en garantías de préstamos) y de € 1.6 billones de apoyo financiero, respectivamente.