El déficit comercial de Japón se ha multiplicado por cuatro en marzo en comparación con la cifra del año anterior. Un elemento importante para el creciente déficit entre el balance de importaciones y exportaciones netas de Japón ha sido el costo de reemplazar un 30% del suministro energético de la nación antes obtenido de la producción de energía nuclear a combustible fósil convencional (principalmente gas licuado de petróleo o GLP y gas natural licuado). Las razones de la transición fueron siempre más políticas que técnicas. Tras el terremoto y tsunami de marzo de 2011 que trajeron consigo la explosión de un reactor nuclear, todos los demás reactores fueron apagados para controles de seguridad y el permiso para reiniciarlos aún no ha sido otorgado.
Desde que el primer ministro Abe llegó al poder en diciembre de 2012, el yen se ha reducido de aproximadamente 82 por dólar hasta situarse en 102,4 actualmente; una depreciación del 25%. En consecuencia, los costos de la compra de GLP han aumentado el cuádruple sobre la base de la variación de los tipos de cambio por sí sola. Al mismo tiempo, los ingresos por las importaciones de productos específicos se ha reducido pero esto, obviamente, mejora el volumen de comercio de Japón pues los bienes exportados son más competitivos.
El déficit comercial de marzo fue de $ 14 billones, con un aumento en las importaciones de GLP y GNL de hasta un 8% y un 4% al año, respectivamente. En una reciente declaración política, el gobierno señaló que tenía la intención reactivar un poco la generación de energía nuclear inactiva de Japón. Esto ayudaría a disminuir el déficit comercial, ya que reducirá la dependencia del país de las importaciones de combustible.