El Banco Mundial es parte de las Naciones Unidas. Se trata de un grupo de cinco instituciones y tiene el objetivo primordial de erradicar la pobreza extrema e impulsar la prosperidad. Como parte de sus actividades, el Banco genera proyecciones bi-anuales para las perspectivas de crecimiento regional y mundial.
En su más reciente pronóstico, el Banco Mundial ha rebajado su previsión de crecimiento mundial para 2015 del 3,4% anunciado en junio al 3%. Del mismo modo, su proyección para el 2016 se ha recortado desde el 3,5% a 3.3%; el resumen del informe no dio los motivos específicos de la proyección de crecimiento más modesta, pero probablemente es una consecuencia de la debilidad de la demanda mundial vista durante gran parte de 2014.
Kaushik Basu, Economista Jefe de la institución y Vicepresidente Senior señaló que “es preocupante ver que la recuperación se ha estancado en algunas economías de altos ingresos e incluso en algunos países de ingresos medios, lo que puede ser un síntoma de profundo malestar estructural. Como el crecimiento de la población ha disminuido en muchos países, el número de trabajadores jóvenes es menor, lo cual afectaría la productividad. Pero hay también esperanzas. El menor precio del petróleo, que se espera persista en 2015, está reduciendo la inflación en todo el mundo y es probable que retrasase el aumento de las tasas de interés en los países ricos. Esto crea una ventana de oportunidades para los países importadores de petróleo, como China y la India; esperamos que el crecimiento de la India alcance un 7 por ciento en 2016. Lo que es fundamental es que las naciones utilicen esta ventana para marcar el comienzo de reformas fiscales y estructurales, que puedan impulsar el crecimiento a largo plazo y el desarrollo inclusivo”. Al parecer el analista no ha tomado nota de que el desempleo en la Zona Euro, Reino Unido y EE.UU., por citar sólo tres, parece ser desproporcionadamente alto entre los trabajadores más jóvenes.
El precio del petróleo en picada es la aparente razón de la caída de los índices bursátiles en todo el mundo. Mientras que las reservas relacionadas con la producción de energía deben estar bajo presión, menores costes de transporte y energía deberían ser una buena noticia para la mayoría de las empresas. Además, mientras que el precio del petróleo en declive podría ocasionar una deflación prolongada en la Zona Euro, no es, por sí misma, una buena razón para que el BCE siga adelante con las medidas de flexibilización cuantitativa que algunos analistas han pronosticado.