Siguiendo al escándalo de los préstamos sub-prime, la manipulación del Libor, la fijación de tasas en Forex y otros muchos esquemas innovadores e ilegales, los gigantes de la banca nos anuncian ahora la evasión de impuestos por parte de los ricos. Este último escándalo se va venido cocinando lentamente desde 2007, cuando Herve Falciani filtró documentos al diario francés Le Monde relacionados con más de cien mil clientes ricos prominentes de más de 200 países que eran clientes de banco privado suizo de HSBC, con más de 300.000 cuentas entre ellos. Se alega que HSBC ayudó activamente a estas personas a evadir impuestos que adeudan en sus países de origen. Las sumas de los impuestos evadidos se estiman en cientos de millones de dólares.
HSBC tiene sede en el Reino Unido y su Jefe, Lord Green, dejó el banco para convertirse en ministro de comercio e inversión, cargo que ocupó hasta 2013. Se sugiere que 7000 de las cuentas pertenecen a ciudadanos británicos. Autoridades francesas afirmaron que el 99,8% de sus ciudadanos con cuentas en HSBC en Suiza evadieron impuestos.
Las investigaciones se vienen realizando en Estados Unidos, Francia, Bélgica y Argentina sobre el asunto. Se sugiere que el banco escribió a los clientes en 2005 para informarles de cómo se podría evitar una nueva retención fiscal de la UE, lo que implica que ayudaron activamente a los clientes a evadir impuestos. Es poco probable que HSBC sea el único banco importante que ofrece a sus clientes este tipo de "servicios" - aunque HSBC ahora dice haber hecho "cambios fundamentales".
Tal como era de esperar, se afirma que el gigante de la banca suiza UBS gigante está bajo investigación en Estados Unidos por ayudar a los ciudadanos estadounidenses a evitar los impuestos adeudados en los EE.UU. mediante la compra de inversiones prohibidas en los EE.UU.: los llamados bonos al portador que pueden ser transferidos sin la necesidad de registrar la propiedad. Estados Unidos afirma que dichos bonos podrán permitir que las personas escondan sus activos y así evitar impuestos.
Los escándalos bancarios continuarán hasta que las autoridades procesen a los bancos y a sus empleados en toda la extensión de la ley y hagan que las multas impuestas a los "malhechores" sean lo suficientemente grandes como para disuadir a estas actividades en el futuro. Sin embargo, mi consejo sería no alimentar muchas esperanzas en este sentido, sobre todo cuando se tiene en cuenta casos como la evasión del impuesto de sociedades aparentemente facilitada por el gobierno de Luxemburgo, estimado en sumas mucho más grandes.