Por: Dr. Mike Campbell
A menos que Grecia se capaz de llegar a un acuerdo con sus principales acreedores del FMI y de la Zona Euro antes de fin de mes, el país no tiene posibilidades de pagar sus deudas y caerá en una situación de incumplimiento soberano. En tal caso, la viabilidad de Grecia como miembro de la Eurozona se volverá totalmente insostenible, pudiendo darse cualquiera de los siguientes escenarios: una suspensión temporal del derecho de uso del euro o un abandono definitivo de la moneda. En cualquiera de los casos será necesario que Grecia adopte su propia moneda, la cual se devaluará rápidamente frente al euro y todas las demás divisas. La deuda nacional seguirá siendo denominada en euros, por supuesto. El costo de las exportaciones griegas se desplomará si tienen un precio en la nueva moneda griega estimulando los volúmenes de exportación absolutos, pero podría no aumentar el flujo de divisas (en euros) dependiendo del grado de devaluación de la moneda. Actualmente, las exportaciones griegas tienen un valor aproximado de € 2,2 mil millones por mes.
Por otro lado, Grecia importa alrededor € 3.8 mil millones al mes y, si el país se retira del euro, los costos relativos de dichas importaciones se elevarán considerablemente a medida que la nueva moneda se deprecie. Dentro del país, los salarios y las pensiones se deberán convertir a la nueva moneda (a menos que tuvieran la suerte de ser de origen extranjero en una moneda fuerte, por supuesto). Es muy probable que la inflación se dispare en la economía griega, debido a que el precio de las mercancías importadas se elevaría. Cualquier deuda personal denominada en euros de prestamistas fuera de Grecia, hipotecas o préstamos denominados en euros o francos suizos, por ejemplo, se irían por las nubes, con los prestatarios poniendo una enorme presión para que el nivel actual de los pagos se mantenga en una débil nueva moneda griega.
Habiendo demostrado que la nación no tiene ninguna intención de cumplir con sus obligaciones existentes al optar por el impago soberano en lugar de cumplir con los acuerdos adoptados por los gobiernos griegos anteriores, Grecia se enfrenta a enormes dificultades y a tasas de interés punitivas en los mercados internacionales. Por otra parte, las obligaciones de deuda tomadas en una nueva moneda griega probablemente vean reducido su valor a medida que se devalúe la moneda, por lo que los prestamistas estarían poniendo su capital en riesgo en una inversión. Por el contrario, si Grecia pide prestamos en una moneda fuerte, tendría que absorber los mayores costos de amortización por la devaluación de su moneda.
En el lado positivo, Grecia debería ver un aumento en el turismo, ya que se convertirá en un destino turístico mucho más barato para el resto del mundo…
Las conversaciones aún están en marcha, pero los griegos rechazaron las propuestas presentadas por la CE. Contra propuestas han sido presentadas por Grecia y, mientras que Pierre Moscovici, Comisionado de la UE, declaró que un acuerdo sobre la deuda estaba cerca y que se necesitaba un "final feliz", una reunión entre el FMI y Grecia se rompió ayer por la noche al mantenerse las diferencias entre ambas partes dejando la situación "bien lejos de un acuerdo ", según el portavoz del FMI, Gerry Rice.
Los griegos todavía parecen creer que, si abandonan el euro, esto marcará el principio del fin de la moneda común, lo cual representa una mala lectura total de la situación.