Creo que Grecia probablemente no abandonará a la Zona Euro ni la próxima semana ni durante los próximos meses.
Las encuestas de opinión muestran que el pueblo griego quiere permanecer en el euro. Es probablemente cierto que el gobierno griego desea también permanecer en la Eurozona. Los gobiernos de los otros miembros, la Comisión Europea y los bancos centrales ciertamente desean también que Grecia se quede. A pesar de esto, la real pregunta es si un acuerdo mutuamente aceptable es posible entre ambas partes y concluya en lo que se ha convertido realmente en una renegociación de los términos de pertenencia en la Zona Euro en general. Creo que no hay una fórmula mágica que se pueda establecer para satisfacer a ambas partes y que Grecia se encontrará pronto con su deuda impaga.
La historia hasta el momento
Grecia ha quedado endeudada durante los últimos años, experimentando una fuerte contracción de su economía. El desempleo se sitúa en niveles record y un régimen de austeridad fiscal fue adoptado por los gobiernos anteriores a cambio de préstamos de emergencia otorgados por el FMI y el Banco Central Europeo. Un nuevo gobierno de izquierda fue elegido hace algunos meses y ha adoptado una política más intolerante hacia los requerimientos de los acreedores. El gobierno de Grecia y la mayor parte del electorado cree firmemente que los términos y condiciones impuestos al país son draconianos y que no conducirán a la solución de los problemas de deuda. Las agresivas negociaciones han llegado a un punto crítico.
La Teoría del Juego
Hay un conocido proverbio que dice algo así: Si usted le debe a un banco $10,000 entonces tiene un problema. Si usted le debe a un banco $1 millón, entonces el banco tiene un problema”. Este es el corazón de la teoría del juego que ha tenido lugar en las negociaciones. Por un lado tenemos a los antiguos miembros de la Unión Europea, quienes han basado su existencia post segunda guerra mundial en una unión cada vez más fuerte de los pueblos de Europa. La élite de política y negocias está generalmente comprometida con este programa. Ellos no quieren ver nunca a un miembro salir del euro ni de la Unión Europea. Por lo tanto, el “Grexit” (salida de Grecia) es una pésima opción, ya que existe el temor de que cree una especie de efecto dominó que traería problemas adicionales al grupo en su conjunto y, en especial, a las economías de Portugal e Italia.
El gobierno griego entiende muy bien esta situación, y cree que al final los que tomen la decisión en Europa tendrán que aceptar casi cualquier cosa –incluyendo enormes rescates- para mantener a Grecia dentro de la unión.
El Error de Cálculo Griego
El gobierno griego probablemente ha calculado mal la disposición del lado europeo en adaptarse a sus demandas. Después de todo, si el FMI y el BCE rompen sus principales reglas fiscales de manera grotesca, entonces cómo estas instituciones declinarán demandas similares provenientes de otros estados miembros? El proyecto europeo siempre ha sufrido de falta de credibilidad, que se resume en el sentimiento de que la élite siempre romperá las reglas de acuerdo a su conveniencia. En los días previos a la adopción de la moneda común esto no fue un problema, pero una vez que el euro fue lanzado, el cumplimiento de las reglas y el mantenimiento de la credibilidad se volvieron extremadamente importantes.
Al final, las élites de Europa se prepararán para hacer de Grecia un “ejemplo”, pour encourager les aûtres.
Sin embargo, el Primer Ministro de Grecia afirmó que, incluso si el electorado rechaza los términos del próximo domingo, la Unión Europea simplemente no puede permitirse el lujo de una salida de Grecia.
El Error de Cálculo Europeo
Un turista que visita Grecia por primera vez, arribando desde cualquier otro estado miembro de la UE, notará inmediatamente cuán diferente es la cultura griega del resto de Europa. La sociedad griega es notoriamente más religiosa, patriota, orientada a la familia y nacionalista comparada con naciones como el Reino Unido, Holanda o Alemania, por ejemplo. Por supuesto, Grecia se considera a sí misma –y con razón- la cuna de la democracia y el humanismo. Sin embargo, es un país que ha sufrido una larga dominación extranjera, agresiones e interferencias, factores que han marcado la cultura griega. Sin querer ser condescendiente, es una cultura en la cual el honor y los principios son tal vez los valores más importantes. Los que apostaron por una nación teniendo que doblegarse y aceptar lo inevitable se equivocaron. Al parecer la élite de la UE apostó por lo mismo.
¿Hacia a Dónde Vamos?
Al escribir este artículo, parece que se están llevando a cabo negociaciones de último momento, pero ambas partes tienen posiciones muy fuertes. El Ministro de Asuntos Exteriores de Grecia, Yanis Varoufakis, ha anunciado que su país no efectuará el siguiente pago al FMI, el cual vence a medianoche de hoy. La Canciller Alemana Angela Merkel ha puesto en claro que, si ese es el caso, el rescate del BCE termina también a medianoche.
Sin embargo, en las negociaciones de último momento la Comisión Europea ha ofrecido a Grecia un acuerdo mejorado.
Los bancos griegos permanecen cerrados, con retiros limitados de 60 euros al día. Existe el peligro de que, si el rescate del BCE realmente se retira a medianoche, los bancos sufrirán mañana una presión adicional. Como se sabe, el domingo el pueblo griego votará en un referéndum sobre aceptar o no el acuerdo ofrecido.
Es claro que un voto por el “No” pone a las partes en una situación donde se vuelve imposible evitar la salida de Grecia del euro. Sin embargo, el Ministro de Economía de Alemania, Wolfgang Schaeuble, dijo hoy que, aún con un “No”, no habríamos llegado a final del camino.
Pronto sabremos qué amenazas fueron reales y cuáles fueron solo palabras.
Referéndum del Domingo
Hasta el momento parece muy probable que el electorado griego votará por el “No” el domingo. Es de esperar que el "No" será más fuerte entre los más jóvenes y los más pobres, mientras que los dueños de negocios y los pensionistas están demostrando que desean evitar una salida de Grecia del euro. La declaración del Primer Ministro Tsipras en el sentido de que un “No” no significará la salida del euro puede ser una señal de que está tratando de conseguir un “No” mucho más fuerte.