El telón no ha caído aún para el drama griego y los mercados de valores chinos todavía tienen que llegar a tocar fondo, pero esta semana parece pertenecer a la economía de Estados Unidos y la pregunta sobre lo que Janet Yellen, Presidenta de la FED, tiene reservado para los ciudadanos estadounidenses. Yellen mencionó el viernes que al menos un aumento en las tasas de interés está previsto para este año.
¿Qué significa la subida de tasas de interés?
La Reserva Federal o Fed para abreviar, es el banco central de los Estados Unidos. Es totalmente independiente del gobierno del país y tiene un tremendo poder sobre el sector financiero. A pesar de que la Fed sólo ejerce control sobre la política financiera de Estados Unidos, las consecuencias de sus políticas se dejan sentir en todo el mundo.
Lo anterior hace que cada decisión que tome la institución sea un reto y esté cargada de una enorme responsabilidad sobre la salud económica de millones de personas –desde los obreros de una fábrica hasta el gerente general de una gran empresa- todos caen bajo su jurisdicción.
La Reserva Federal controla los tipos de interés por medio de la compra o venta de títulos públicos. Si el banco central cree que la reducción de las tasas de interés es necesaria, entonces comprará una gran cantidad de bonos del gobierno. La afluencia de dinero en efectivo al sistema bancario de estas compras se traduce en una disminución de las tasas de interés.
Si la Fed considera por el contrario que las tasas de interés deben elevarse, elegirá entonces vender dichos títulos, removiendo efectivo de las arcas del Tesoro y poniéndolo de nuevo en el mercado libre. La Fed también puede decidir intervenir para ajustar la tasa de fondos federales, que es la tasa para los préstamos a corto plazo entre un banco y otro y que puede regular la tasa de descuento, que es la tasa de interés que se cobra a los bancos por los préstamos obtenidos directamente de la Reserva Federal.
Ahora bien, ¿qué implicancia tiene todo esto para el consumidor promedio? Si usted necesita solicitar un préstamo para comprar un auto, por ejemplo, y se entera que la Fed planea reducir las tasas de interés, podría esperar pagar al banco una tasa más baja que la que hubiera pagado la semana anterior. Sin embargo, esto no suele suceder. La tasa de interés que se paga por un préstamo de automóvil se considera una 'tasa de interés real ", que es la diferencia entre la tasa de interés nominal establecida por la Fed y la tasa de inflación; este cálculo no es transmitido al consumidor de inmediato.
¿Cómo y cuándo los consumidores sienten los efectos de la subida de tasa de interés?
Todo el proceso es largo y complicado pero trataremos de explicarlo de una manera sencilla: La Fed decide que las tasas de interés deben elevarse debido a la necesidad de estimular una economía lenta y frenar la inflación.
Estamos familiarizados con el término inflación. Básicamente se produce cuando una moneda empieza a disminuir en valor durante un periodo de tiempo. Esto significa que lo que alguna vez se compró por cierta cantidad de dinero, digamos $50, ahora cuesta $5.20. Por lo tanto, los originales $5 valen menos y no son suficientes para comprar el mismo artículo.
La inflación es causada por varios factores pero usualmente se atribuye al concepto económico de oferta y demanda. Cuando la demanda es mayor y la oferta es insuficiente, el precio del artículo subirá.
De regreso a las tasas de interés. Si la Fed, por una serie de motivos, decide que la inflación se elevará en algún momento, elevará las tasas de interés. Sin embargo, si nota que el costo de vida es bajo, los negocios marchan bien y el consumo no disminuye, mantendrá las tasas bajas a fin de no intervenir en la estimulación económica.
Al mismo tiempo, las bajas tasas de interés actuarán debilitando el dólar, lo que a su vez encarece los productos extranjeros y anima a los consumidores a comprar productos hechos en Estados Unidos, trayendo como consecuencia el aumento de los salarios y un mayor nivel de empleo. En resumen, más dinero en el bolsillo alienta a gastar más y alimentar la economía estadounidense.
El lado malo de este escenario es que, con todo ese dinero disponible, la demanda comienza a superar a la oferta, el precio de los bienes se incrementa, y luego la demanda empieza eventualmente a disminuir. La disminución de la demanda conduce a una menor producción, y, finalmente, el desempleo se produce. La inflación ha dejado sentir sus efectos.
Es aquí donde entra en juego la Fed. Como he mencionado anteriormente, una de las principales responsabilidades de la Fed es para frenar la inflación y uno de los recursos que tiene es el aumento de las tasas de interés. Este aumento puede fortalecer el dólar y atraer a los inversores extranjeros en busca de retornos de alto rendimiento de sus inversiones. El resultado es una mayor demanda para el dólar, el cual aumenta su valor y con el tiempo podría llegar a ralentizar la inversión extranjera.
Esta puede ser una espada de doble filo, como vemos. Un dólar fuerte es bueno para los estadounidenses que compran productos extranjeros y para los que invierten en empresas extranjeras. Pero crea competencia con empresas estadounidenses y, si esas empresas no pueden mantener el ritmo tendrán que cerrar, causando desempleo e inestabilidad a la economía estadounidense.
Es imprescindible mantener el equilibrio en las tasas de interés, lo cual se ha convertido en un gran desafío para la Fed y su Presidenta actual, Janet Yellen, quien dirige la organización con mano dura. El mundo se hace más pequeño cada día y Estados Unidos no está aislado. Lo que ocurre en cualquier parte del mundo tiene un efecto directo sobre su economía y los planes que están listos para ser puestos en acción pueden ser detenidos por cuestiones externas en cuestión de minutos.
Yellen estuvo a punto de subir las tasas de interés varias veces el año pasado, pero nunca fue el momento adecuado para implementar el cambio. La economía estadounidense ha estado rebotando y parece estar en vías de recuperación desde la última crisis. Sin embargo, la crisis de Grecia ha puesto el futuro del euro en duda y esto tiene a Washington reflexionando sobre su efecto en el dólar.
Agreguemos a esta mezcla las recientes crisis en los dos principales mercados de valores de China, uno de los socios comerciales más grandes de América en este momento, y la cuestión de un alza del tipo de interés se mantiene en el aire. Sin embargo, informes posteriores a la última reunión de la Reserva Federal del miércoles apuntan al fortalecimiento de la economía de Estados Unidos, poniendo a la posibilidad de un alza en las tasas de interés para este año de nuevo en la agenda. Esto finalmente ocurrirá y será el primer aumento en casi una década.