Todos estamos familiarizados con la frase "no todo lo que brilla es oro." Pero JRR Tolkien en su trilogía El Señor de los Anillos lo expresó de una manera diferente. Escribió que "no todo el oro brillla”.
Los últimos años han demostrado que Tolkien tiene razón. El oro ha visto sus días de gloria marchitarse como los pétalos de una rosa. Atrás han quedado los días en que los lingotes de oro fueron codiciados como posesiones preciosas. Y esos zarcillos de oro que tenían un precio siempre muy por encima de su bolsillo ya no pertenecen solo a los ricos.
Hoy el oro es asequible. La caída en el precio del oro parece imparable y nadie sabe aún dónde terminará. Y no es sólo el oro. La totalidad del sector de productos básicos está en picada y ha caído un 17 por ciento en los últimos tres meses y en una cifra sin precedentes del 42 por ciento en los últimos dos años. Los precios del oro y del petróleo han sufrido golpes particularmente duros.
Los precios del oro cerraron el mes de julio a la baja en alrededor de un 6,7% a aproximadamente 1.095 dólares la onza. El metal precioso, que no pudo recuperarse a lo largo de la crisis de Grecia, ha ido cayendo en desuso desde hace algún tiempo y las fluctuaciones su precio se ha traducido en un aumento del trading de futuros.
Un precio alto del oro afecta directamente a las divisas del mundo, ya que hay una correlación significativa entre los precios del oro y los valores de las monedas, especialmente las de países productores de oro, como Canadá, Sudáfrica y Australia.
Precios del Petróleo
Cuando se trata del petróleo, la imagen no se ve mucho más saludable. El Wall Street Journal informó recientemente que los futuros de petróleo para entrega en septiembre se acercaba a un mínimo de seis años en marzo y los contratos para la entrega en los próximos años estaban golpeando mínimos aun menores, con los precios de 2016 y 2017 ya operando por debajo de sus mínimos de marzo . Los analistas toman esto como una indicación de que los inversionistas, comerciantes y empresas petroleras ver la superabundancia mundial de crudo continuar más allá de 2015.
Estas empresas se basan en los precios de los contratos de futuros con años de antelación antes de tomar decisiones de inversión a largo plazo. Los productores negocian futuros y contratos de opciones antes de tiempo para bloquear los precios del producto que planean vender en el camino.
Las empresas estadounidenses de esquisto han inclinado el peso de la producción de petróleo fuera de Medio Oriente y varios productores de esquisto de petróleo de Estados Unidos están seguros de poder aumentar de manera rentable la producción si los precios suben por encima de 65 dólares el barril. Sin embargo, tal como van las cosas, incluso este precio parece difícil de alcanzar. El viernes pasado, los precios del petróleo para el próximo mes cayeron 79 centavos, o 1,8%, a 43,87 dólares el barril, mientras que los futuros para entrega en diciembre 2016 se establecieron en 51,88 dólares el barril. Los precios de referencia más caros en cuanto a futuros de petróleo se refieren, para entrega en 2022 y 2023, se establecieron en 63,26 dólares el barril.
El oro y el petróleo no son los únicos productos que sienten la crisis. El platino, madera, café, azúcar, trigo, avena y otros commodities han sido duramente golpeados por el juego de oferta y demanda que ha causado estragos en estos sectores. Los futuros de plata para entrega en septiembre se han desplomado un 0,61% a $ 14.730 la onza y el cobre para entrega en septiembre cayó en 0,10% a 2,322 dólares la libra.
¿Qué está pasando?
Los analistas apuntan a varios factores que explican por qué el índice de materias primas está cayendo tan lejos y tan rápido. El más importante es el hecho de que el dólar ha subido casi un 8 por ciento este año frente a una cesta de monedas principales y se ha fortalecido aún más estos últimos tres meses. Un dólar fuerte no es bueno para las materias primas, ya que significa que se necesita menos dólares para comprar la misma cantidad de un activo fijo determinado.
Otro factor importante en la caída de los productos básicos es que los inversores y analistas parecen haber fallado en sus predicciones. Muchos inversionistas compraron materias primas en el pasado porque creían que ofrecerían protección contra lo que esperaban sería un aumento de la inflación. Pero la Fed puso fin a su programa de flexibilización cuantitativa hace un tiempo y todavía tiene que subir las tasas de interés, causando que la burbuja de las materias primas esté a punto de estallar.
La decepción sobre China
Las expectativas de crecimiento continuo y la productividad en China se han venido abajo y los inversores que dependían de este país para la gloria de inversión están preguntándose cómo Beijing va a salir de sus problemas económicos. La semana pasada los precios del cobre cayeron 2,3 centavos (1,31%), la sexta pérdida semanal consecutiva en medio de la creciente preocupación por la salud de la economía de China. El país asiático es el mayor consumidor de cobre del mundo, representando casi el 40% del consumo mundial el año pasado.
Todo esto son muy malas noticias para los comerciantes de productos básicos, quienes se preguntan si deberían haber invertido su dinero en acciones, donde el mercado alcista ha estado en vigor durante más de seis años.
