La economía del Reino Unido no avanza a la par de la de EE.UU. pero sí muestra cifras que la diferencian del resto de los países de Europa y que la podrían convertir en la primera en considerar una subida de tipos a mediano plazo.
Durante una recesión, las empresas pueden tener que reducir su personal a fin de reducir costos y mantener el negocio a flote a la espera de un repunte. Esta suele ser una medida tomada con gran renuencia y no iniciada hasta que las finanzas de la empresa lo dictan, por lo que la ola de desempleo casi siempre viene después de la ola de recesión. Una vez que la situación mejora, las empresas tendrán que tomar nuevamente personal para satisfacer el aumento de la demanda, pero por razones prácticas esto se retrasa hasta que los pedidos están en la mano y los gerentes están seguros de que la ola de recesión ha pasado. El patrón habitual no se ha visto en la última crisis financiera mundial, lo que queda demostrado por la alta taza desempleo en la Zona Euro, por ejemplo. En gran parte, esto se debe a que la resaca de la crisis dejó fondos de inversión escasos ya que los bancos se esforzaron por mejorar los balances y (posiblemente), como resultado, la demanda mundial ha sido débil y susceptible a noticias que en otra situación se hubieran tomado con más calma.
El relativamente alto nivel de desempleo, la baja tasa de participación laboral y el número significativo de personas que desean trabajar más horas de las que se ofrecen han estado entre las razones citadas por los bancos centrales para dejar las tasas de interés en mínimos históricos, pero los datos de creación de empleo de Estados Unidos y los datos de empleo del Reino Unido parecen a punto de cambiar esto en el futuro no muy lejano.
Las cifras publicadas por la Oficina de Estadísticas del Reino Unido (ONS) muestran que el desempleo en este trimestre cayó a su nivel más bajo desde el segundo trimestre de 2008. En la actualidad se sitúa en el 5,3%, lo que significa que 1,75 millones de personas están actualmente reclamando beneficios y se consideran “oficialmente" desempleados. El número bajó en 103.000 durante el tercer trimestre. El número de personas ocupadas subió en 177.000 respecto a la cifra del segundo trimestre.
La inflación en el Reino Unido sigue siendo mucho más débil que el valor objetivo del 2%; de hecho, actualmente se sitúa en menos del 0.1%. Un aumento de las tasas de interés podría reprimir la inflación, pero los datos de empleo parecerían favorecer el inicio del proceso de normalización de los tipos.