La Eurozona continúa experimentando un crecimiento débil, baja inflación y alto desempleo. Este cóctel de problemas económicos llevó a los inversores a creer que el Banco Central Europeo podría intervenir con decisivas, nuevas medidas destinadas a impulsar la actividad económica de la región. La especulación era que un recorte en las tasas de interés era posible, pero estas ya están prácticamente en cero, y que más flexibilización cuantitativa estaba a la vista. Se imaginó que la flexibilización cuantitativa podría extenderse a otros grupos de activos y que la cantidad absoluta de compras de activos se incrementaría pero, al final, las expectativas se desvanecieron.
Lo que el Presidente del BCE, Mario Draghi, anunció fue una "reducción" adicional a la tasa paga el banco a las instituciones financieras por dejar sus fondos en el BCE. La tasa de depósitos a un día se redujo de -0,2% a -0,3%, lo que significa que los costos para los bancos comerciales por la custodia de su dinero en el BCE han aumentado. La idea detrás de este movimiento es que debería incitar a los bancos comerciales a prestar dinero a empresas y particulares, ya la medida del BCE hace que esto se vuelva un poco más atractivo. En lo que respecta al programa de QE, el BCE confirmó que el mismo ahora se extenderá hasta marzo de 2017, como mínimo -el programa fue originalmente programado para correr hasta "al menos" Septiembre de 2016, por lo que esta es una noticia casi estremecedora-.
La reacción a la medida en todos los principales mercados bursátiles de Europa fue caer bruscamente; comenzaron a recuperar algo de terreno hoy, pero a media mañana (en el momento de la escritura) eran más bajos en casi medio punto porcentual. En los mercados de divisas, una reacción más fuerte se observó con el euro haciendo fuertes ganancias frente a otras monedas importantes. La razón de esto es que los mercados de divisas habían valorado un enfoque monetario más alcista en el precio del euro durante las últimas semanas. Al final, esto fue exagerado, tanto como el rebote en el valor del euro.