Logo de Goldman Sachs, EFE
De acuerdo al sitio web de Goldman Sachs:
"Nuestros principios empresariales, la base de nuestra cultura de servicio al cliente, trabajo en equipo, la excelencia, la iniciativa personal y la responsabilidad, son fundamentales para nuestra sostenibilidad y éxito a largo plazo."
Bellas palabras, en efecto, pero que parecen estar en contradicción con el hecho de que Goldman Sachs, uno de los bancos de inversión más importantes del mundo, con una base de clientes diversificada que incluye individuos, corporaciones, instituciones financieras, gobiernos (en particular, Grecia!) y personas con alto poder adquisitivo, solo se ha comprometido a pagar a las autoridades estadounidenses $ 5100 millones para poner fin a las investigaciones sobre sus ventas de productos respaldados por hipotecas basura entre 2005 y 2007, el período previo a la crisis financiera mundial.
Los bancos prestaban dinero a los prestatarios "sub-prime" a tasas elevadas (para compensar el riesgo adicional), a sabiendas de que estos individuos serían de otro modo descalificados para una hipoteca. Estos préstamos fueron agrupados y comercializados como bonos de grado de inversión y se vendían a los inversores por entidades como Goldman Sachs. La idea era que sólo una pequeña minoría de los prestatarios incumpliría sus deudas, por lo que los bonos deberían ser seguros. Por supuesto, esto no tuvo en cuenta la posibilidad de que la confianza podría evaporarse y que el sector financiero y los inversores se verían fuertemente expuestos a potenciales deudas incobrables (maquilladas como un vehículo de grado de inversión AAA), de las que tratarían luego de desprenderse, precipitando la crisis. Por estas acciones, Goldman Sachs se enfrentaba a expedientes impulsados por el Departamento de Justicia, las fiscalías generales de los estados de Nueva York e Illinois y varias otras entidades públicas.
Un comunicado de prensa en el sitio de Goldman Sachs detalla el desglose de cómo la multa estárá compuesta:
"Bajo los términos del acuerdo, en principio la empresa pagará una multa civil de $ 2385 millones, de los cuales $ 875 millones se darán en un pago en efectivo, mientras que $ 1,8 mil millones serán destinados a la compensación a los consumidores. Dicha compensación se dará en forma de condonación de deudas a los propietarios de viviendas, la financiación para la construcción, rehabilitación y preservación de vivienda asequible y apoyo a la reestructuración de la deuda, los programas de mejora de prevención y calidad de vivienda de ejecución hipotecaria, así como bancos de tierras”.
Goldman Sachs estima que el acuerdo reducirá su beneficio trimestral después de impuestos por $ 1,5 mil millones. Cabe mencionar que otras entidades implicadas en la gestión de las hipotecas basura han llegado últimamente a acuerdos similares con las autoridades. Así, Bank of América acordó en 2014 el pago de 16,500 millones de dólares y Citigroup 7,000 millones. Ante esto, no podemos evitar la sensación de que si las instituciones financieras y sus funcionarios responsables pueden resolver actos criminales mediante el pago de multas (sustanciales, es cierto), todo indica que la época de la conducta financiera irresponsable no ha terminado, porque la recompensa es mayor que cualquier riesgo personal que los implicados puedan tomar.