Los ministros de finanzas de la Zona Euro y el Fondo Monetario Internacional se reunieron el miércoles en un acuerdo que allana el camino para un nuevo esquema de préstamos para Grecia y establece la forma en que el país podría obtener un alivio de su deuda en el futuro.
Después de una reunión de 11 horas en Bruselas, los gobiernos de la zona euro coincidieron en que Atenas había hecho todo lo posible para devolver la siguiente parte de la ayuda financiera y que un nuevo conjunto de pagos podría salvar al país del impago de sus deudas con el FMI y Banco central Europeo, cuyo próximo vencimiento está previsto para el mes de julio.
Según el reglamento, se requiere que los 19 países de la Eurozona firmen el nuevo acuerdo con el fin para que Grecia reciba 10,300 millones de euros (unos 11.48 millones de dólares) en préstamos frescos, comenzando con una cuota de € 7,5 mil millones en la segunda quincena de junio.
El acuerdo para reducir la montaña de deuda de Grecia que se alcanzó el miércoles requiere concesiones de ambas partes. Las partes principales tendrán que renunciar a algunos de sus antiguos requerimientos y continuar con otras demandas, mientras que Grecia tendrá que adoptar más medidas de austeridad de lo que se había acordado el pasado verano.
Alemania tuvo que prometer que tomaría medidas adicionales para aliviar la carga de pago de Grecia y evitar cualquier otro compromiso inmediato antes de las elecciones generales del próximo año. El FMI acordó, en principio, hacer un esfuerzo conjunto con la zona euro en la financiación del rescate sujeto a la aprobación de la junta e insistió en que las medidas más importantes para aliviar la deuda no se pondrían en práctica al menos hasta 2018, cuando termine el actual acuerdo de rescate de Grecia.
Luego de las conversaciones, los ministros de la Eurozona acordaron liberar los nuevos fondos a Grecia en el reconocimiento de las reformas fiscales dolorosas impulsadas por la coalición de izquierda y conducidas por el Primer Ministro Alexis Tsipras. El acuerdo es una victoria política para Atenas y podría lograr que el FMI participe en el actual rescate, el cual ha sido pagado hasta ahora por la zona euro únicamente. Es, de hecho, una importante concesión por parte del FMI y requerirá que el fondo analice cuidadosamente los términos acordados para garantizar la sostenibilidad del pago a largo plazo por parte de Grecia.
Aunque el acuerdo aún es altamente condicional, los inversores percibieron alivio ante la noticia, puesto que les ofrece una mayor certeza de que su dinero en Grecia no estaría en riesgo. Los mercados también reaccionaron con entusiasmo. El rendimiento de los bonos a 10 años de Grecia cayeron a un mínimo de seis meses al 7,09 por ciento y los de rendimiento a 2 años se situaron en el 7 por ciento. Los rendimientos de los bonos del gobierno español, italiano y portugués también se redujeron.
Atenas puede esperar recibir su próxima entrega de los bonos en poder del Banco Central Europeo en junio y tendrá que comenzar a pagar los préstamos del FMI. El BCE debería volver a aceptar los papeles de gobierno griego como garantía para prestar fondos a los bancos griegos en cuestión de semanas, reduciendo sus costos de endeudamiento.
De acuerdo con el Ministro de Finanzas griego Euclides Tsakalotos, Atenas se ha quejado a menudo de que las medidas de reforma y austeridad requeridas desde el primer rescate en 2010 sólo han agravado la recesión. Se espera ahora a romper el ciclo de recesión-medidas-recesión para entrar a un escenario en el cual los inversores puedan invertir en Grecia sin tener que preocuparse por arriesgar su dinero.