La naturaleza tiene su propia manera de hacerse cargo donde el hombre falla. Y lo mismo sucede cuando se trata de los precios del petróleo. El petróleo en Canadá ha caído drásticamente en los últimos años y, a pesar de los esfuerzos infructuosos del gobierno por revertir la situación, fue un intenso incendio fuera de control en Alberta el que envió el precio del crudo de nuevo a alza.
El incendio forestal en la región de arenas bituminosas de Canadá se mantuvo durante más de cuatro días, tragándose más de un tercio de la producción diaria de petróleo del país y haciendo saltar los precios del crudo Brent en un 1,8 por ciento a $ 45,47. El West Texas Intermediate, de referencia en Estados Unidos, aumentó 1,2 por ciento a $ 45,92, enviando a los futuros del crudo canadiense a máximos de varios meses.
Las llamas que envuelven los campos en Alberta parecían hacerse bajo control el lunes, pero los productores de petróleo y las refinerías están preocupados por las restricciones de suministro adicionales como resultado de los incendios forestales que han cerrado la mitad de la gran capacidad de las arenas bituminosas de Canadá, temiendo no poder cumplir con algunos de sus contratos.
Estados Unidos importa alrededor de 3,5 millones de barriles por día de crudo de Canadá, que es particularmente importante para las refinerías en el Medio Oeste EE.UU., que van desde Ohio hasta las Dakotas. El exceso de suministro en los inventarios de Estados Unidos y en el almacenamiento en el oeste de Canadá va a compensar parte de las pérdidas por el incendio. Sin embargo, cortes prolongados en las arenas de petróleo, que tienen las terceras reservas de crudo más grandes del mundo, podrían causar un efecto dominó entre los productores y los contratos de los operadores.
De acuerdo con Genscape, que supervisa los terminales de almacenamiento de crudo claves en el oeste de Canadá, el número total de existencias al final del mes de abril fue de 26,5 millones de barriles, lo que equivale a menos de un mes de producción quedándose atrás.
A nivel mundial, el mercado del petróleo ha subido cerca de un 75 por ciento luego de tocar mínimos de 12 años de alrededor de $ 27 o menos en el primer trimestre de 2016, impulsado por la caída de la producción de EE.UU., las restricciones de oferta inesperadas en Libia y las Américas, así como la debilidad del dólar.
Nuevo Ministro del Petróleo de Arabia Saudita
La situación del petróleo se ha visto también afectada por la sorpresiva destitución del Ministro de Petróleo de Arabia Saudita, Ali Al-Naimi, el sábado. Al-Naimi, era el conductor detrás de la política de la OPEP de sostener la patente de producción a pesar de la caída de los precios del petróleo, manteniendo una política de prioridades para las ventas más que para los precios desde 2014, empujando a algunos productores de mayor costo, incluyendo a los perforadores de esquisto de los Estados Unidos, fuera del mercado.
Khalid Al-Falih estará a cargo del Ministerio de Energía, Industria y Recursos Minerales recientemente ampliado y se espera que continúe con la actual política petrolera del Reino basada en la producción de crudo a niveles casi récord, siguiendo la política de su predecesor que defendió la cuota de mercado frente a un esquisto de mayor precio.
La estrategia puesta en marcha por Al-Naimi está mostrando signos de éxito, con los precios subiendo más del 60 por ciento desde los mínimos de 12 años registrados en enero. Según los analistas de Emirates NBD PJSC y Qamar Energía, el país podría superar su producción sin precedentes de más de 10,5 millones de barriles diarios si continúa bombeando más durante los meses de verano. Arabia Saudí bombeó 10,27 millones de barriles diarios en abril y tiene la segunda mayor reserva de petróleo del mundo.
Mercados rígidos, especialmente en Asia, apoyan la política de mantener la producción cerca de máximos históricos en defensa de la cuota de mercado de Arabia Saudita. Las importaciones mensuales de China de petróleo crudo aumentaron en un 7,6 por ciento en abril a 32,58 millones de toneladas, reforzadas por la fuerte demanda de las refinerías privadas nacionales.