Por:DailyForex.com
Después del referéndum sobre el Brexit el pasado 23 de junio que dio como resultado que el Reino Unido efectivamente abandonará la Unión Europea, difíciles cuestiones económicas y políticas están surgiendo ahora en cuanto a cómo el resultado tendrá un impacto en los mercados globales. Como un efecto inmediato, la libra esterlina se desplomó en alrededor del 9 por ciento el viernes negro inmediatamente después de la victoria por el 52% de los votantes a favor del Brexit. Más de dos semanas después, la libra se cotiza aún más bajo frente al dólar estadounidense; se ha depreciado en un 11% frente al dólar. La situación es la misma en todos los mercados de divisas a nivel mundial, con diferentes monedas principales del mundo apreciándose frente a la libra esterlina.
Analizando la caída post-Brexit de la libra esterlina, el economista Jonathan Loynes sostiene que dicho descenso en el valor de la moneda podría ser una bendición para el Reino Unido. En su presentación argumenta que, con una depreciación de la moneda, las exportaciones del Reino Unido serán más baratas y por lo tanto más atractivas en los mercados internacionales. Con este mayor atractivo, el mercado de exportación de Gran Bretaña será impulsado y las divisas obtenidas a través del comercio internacional contribuirán a cerrar el déficit presupuestario actual en el Reino Unido.
Sin embargo, analistas de escuelas de pensamiento diferentes son de la opinión de que la caída de la libra esterlina será más bien perjudicial para la economía del Reino Unido en el largo plazo. Estos son los economistas que se centran en el lado de las importaciones de productos; donde las importaciones en el Reino Unido se encarecerán y por lo tanto harán subir la inflación. Si la inflación sigue subiendo mientras la libra esterlina se deprecia frente a otras monedas extranjeras importantes, el impacto negativo de la caída de los ingresos reales y el aumento del costo de endeudamiento harán que la economía colapse. Con menores ingresos reales, los hogares tendrán menos ingresos disponibles para ahorrar e invertir. Por otro lado, las empresas se abstendrán de solicitar préstamos para la expansión y esto afectará la producción e inhibirá el crecimiento general de la economía.
Desde una perspectiva más amplia, el Reino Unido y específicamente Londres está considerado como el centro financiero del mundo. Su alta integración con otros mercados financieros en todo el mundo lo pone en el punto focal en el panorama financiero mundial y la inversión; por lo tanto, cualquier perturbación en el mercado de Londres sin duda tendrá un efecto dominó en todo el mundo. Después del Brexit, el mercado de valores en EE.UU. sigue siendo resistente y no se espera que se vea afectado, al menos en el corto plazo.
A pesar de que las inversiones indirectas en los EE.UU. no se verían afectadas en alto grado, las inversiones directas del Reino Unido en los EE.UU. van a sufrir un golpe si la situación no se resuelve pronto entre el Reino Unido y la Unión Europea. Hasta el año 2015, el Reino Unido representó alrededor de 483 millones de dólares de los 3,1 mil millones en inversión extranjera directa de Europa en los Estados Unidos. Esto hace que el Reino Unido sea el país con la más alta IED en los EE.UU., en alrededor del 16 por ciento de la cifra total. Con la mayor parte de estas inversiones extranjeras directas teniendo la forma de filiales de empresas británicas en los EE.UU., fusiones entre empresas británicas y estadounidenses, así como joint ventures, cualquier caída de las empresas asociadas en el Reino Unido dará lugar a una caída de las empresas relacionadas en América. Eventualmente, la economía de Estados Unidos se verá afectada negativamente y el efecto de goteo podría ser más grande de lo previsto.
Dentro de la propia Unión Europea, el Reino Unido tenía una posición muy importante por ser uno de los mayores contribuyentes al presupuesto de la unión. Una salida de la UE, por tanto, significa que la Unión Europea ha quedado con un presupuesto menor para trabajar. En la actualidad, la UE necesita más recursos financieros para mantener algunos de sus estados miembros a flote y evitar que caigan en crisis económicas. Por lo tanto, la salida de una importa
nte fuente de fondos es un gran golpe que tiene el potencial de alterar el equilibrio de la UE.
Mientras que la libra esterlina se deprecia hoy frente a la mayoría de monedas del mundo y por lo tanto hace las exportaciones del Reino Unido más baratas, incluso para las economías emergentes y en desarrollo, a largo plazo estas economías también se verán afectadas por el Brexit. Las exportaciones de los países en desarrollo y los mercados emergentes tenderán a ser más caras para los importadores británicos y esto será seguido por una disminución de las importaciones. Como resultado, las exportaciones de estas economías hacia el Reino Unido disminuirán pero no sucederá lo mismo con las importaciones, ampliando aún más los déficits presupuestarios de estos países.
Es evidente que ninguna economía puede sentirse segura luego del Brexit, ya que la ola continuará creciendo y la agitación se dejará sentir en muchos países. Sin embargo, dependiendo de cuán amistosamente se resuelva la relación entre el Reino Unido y la UE, los mercados podrían superar la fiebre Brexit y seguir adelante sin problemas con una Gran Bretaña manteniéndose como una de las economías más poderosas del orbe.