Theresa May espera respaldar el acuerdo de retiro entre el Reino Unido y la UE en una reunión de jefes de estado europeos el domingo. Sin embargo, esto no es sencillo por varias razones.
A nivel nacional, el "acuerdo" ha sido ampliamente criticado. Los que siguen sintiendo que regala todas las ventajas de la membresía de la UE sin retorno. Los Brexiters sienten que vincula demasiado estrechamente al Reino Unido con la UE, potencialmente a perpetuidad si fuera imposible encontrar una solución viable para evitar una frontera de aduanas en la isla de Irlanda. Argumentan que convierte al Reino Unido en un "estado vasallo" obligado a cumplir con leyes que no tiene forma de moldear (por extraño que esto deba ser una sorpresa para ellos al final del día ...). El DUP, cuyos 10 diputados le dan al gobierno una mayoría de trabajo, afirma que el acuerdo es inaceptable, ya que podría dar lugar a que Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido tengan normas comerciales divergentes.
Los defensores del acuerdo afirman que es el mejor acuerdo que se podría forjar entre las dos partes y que evitará una salida (ya casi universalmente aceptada) dañina y caótica.
Mientras que la Sra. May parece haber escapado de un desafío contra su liderazgo del partido conservador por ahora, los críticos sugieren que podría ocurrir si el parlamento rechaza el acuerdo. Se dice que cinco miembros de su gabinete están presionando para que se realicen ajustes de último momento en el acuerdo que quieren que May logre que la UE acepte, pero esto será un puente demasiado lejos.
Sin embargo, las críticas al acuerdo no se limitan al Reino Unido. Los españoles están amenazando con rehusarse a respaldar el acuerdo (lo que significa que fracasaría) a menos que se aclare el futuro estado comercial con Gibraltar y varias naciones estén ansiosas por ver los futuros derechos de pesca entre el Reino Unido y la UE que se presentarán con mayor claridad.
Por su parte, la señora Merkel ha declarado que no está dispuesta a entrar en ninguna negociación con el Reino Unido durante la reunión de aprobación del domingo (tómelo o déjelo) y ha sugerido firmemente que la UE tampoco debería cambiar el texto.
Mi conjetura es que la UE respaldará el acuerdo ya que es tal que el drama político en el Reino Unido puede llegar a un punto crítico.
May ha estado enviando mensajes contradictorios sobre las consecuencias del parlamento del Reino Unido que rechazó su acuerdo. Por un lado, sugiere que, pase lo que pase, el Reino Unido dejará la UE el 29/3/19 con o sin un acuerdo. Por otro lado, ella ha sugerido que un rechazo del acuerdo podría llevar a que “no se produzca Brexit”. Uno de sus ministros declaró que no sería posible que el Reino Unido salga de la UE sin un acuerdo, ya que el Parlamento nunca lo aceptaría.
En cualquier caso, el telón caerá en el segundo acto de Brexit el domingo. Debemos esperar y ver si el tercer acto revela que la bestia es una tragedia, una comedia o una farsa, o simplemente, posiblemente, las tres.