Hasta ahora, las guerras comerciales que los Estados Unidos han estado peleando con diferentes socios comerciales alrededor del mundo han sido diseñadas para alcanzar metas relacionadas con el comercio, forzando a sus oponentes a “nivelar el terreno del juego de la forma en la que los americanos lo ven”. Sin embargo, esto ha cambiado con el reciente uso de las tarifas por parte del presidente Donald Trump en contra de su vecino del sur, México.
La administración de Trump ha dicho que planea imponer tarifas en todas las importaciones desde México del 5% desde el 10 de junio con la intención política de forzar al gobierno mexicano a prestarle atención a la ola de inmigrantes ilegales que están entrando a los Estados Unidos a través de la frontera terrestre con México.El presidente de los Estados Unidos dijo que piensa aumentar las tarifas de una manera incremental hasta que “el problema es solucionado”.
El diplomático norteamericano Jesus Seade dijo que imponer nuevas tarifas serían “un desastre” y que México “debe responder de una manera vigorosa” si son implementados, pero su jefe el presidente Lopez Obrador dijo que México no quería una “confrontación” con su vecino del norte, declarando en una carta: "propongo profundizar nuestro dialogo, y buscar otras alternativas al problema de migración."
Trump planea incrementar las tarifas en un 5% cada mes hasta que alcance un nivel de 25% en octubre, lo que será el techo. De acuerdo al presidente, la tarifa permanecerá en este nivel "a menos que y hasta que México detenga de forma sustancial la afluencia ilegal de inmigrantes que vienen a través de su territorio. Por años México no nos ha tratado de una forma justa pero ahora estamos reclamando nuestros derechos como una nación soberana," dijo en su declaración.
El comercio con México tuvo un valor de $346.5 billones el año pasado, convirtiéndolo en el segundo proveedor más grande de bienes de los Estados Unidos. Mientras que México es un proveedor de bienes agrícolas es también un centro de actividad manufacturera y alberga a muchas compañías americanas, incluyendo algunas que se dedican a la tecnología aeroespacial y a asuntos relacionados con la manufactura de automóviles. Algunos componentes cruzan la frontera varias veces entre los Estados Unidos y México antes de llegar a ser un producto final para la venta. Las consecuencias de esto deben ser aún determinadas frente a la idea de que se impongan nuevas tarifas, pero una situación similar sería vivida por el Reino Unido después del Brexit, especialmente a la manufactura de autos y la visión general de que mataría la industria transnacional automovilística del Reino Unido y la Unión Europea.
El anuncio de Trump coincidió con el informe de la Casa Blanca hacia el congreso de los Estados Unidos de que estaba buscando un nuevo acuerdo comercial con México y Canadá.