El Banco Central Europeo decidió mantener sus tasas de interés en el mismo nivel en su reunión más reciente (el jueves), pero sugirió que espera que las tasas se mantengan en el mismo nivel, o más bajas, hasta mediados del próximo año. Los analistas consideran que es probable que se produzca un recorte de tasas en un futuro próximo y, como consecuencia, el euro se ha deslizado frente a otras monedas importantes. El euro se debilitó en 0.31% frente a la libra esterlina en las noticias, pero desde entonces ha recuperado la pérdida debido a las preocupaciones sobre el Brexit que empujó a la libra a la baja.
En la conferencia de prensa, Mario Draghi declaró que la economía de la zona euro era resistente, especialmente el sector servicios y la construcción, pero señaló que para el sector manufacturero "las perspectivas empeoran cada vez más", una situación que atribuyó a las tensiones del comercio mundial y a "la posibilidad de un Brexit sin acuerdo.”
Las medidas de estímulo económico pueden estar justificadas ya que la economía alemana se está desacelerando y la inflación en la zona euro está en un 1,3%, muy por debajo del objetivo del 2%. Se ha sugerido que se puede utilizar una mayor flexibilización cuantitativa, pero el balance del BCE ya tiene el equivalente al 40% del PIB del bloque en activos mantenidos por el banco (esto da un contexto de cuán profunda es la crisis financiera mundial y sus consecuencias). En algún momento, todos los bancos centrales que se comprometieron con la flexibilización cuantitativa venderán sus activos y cancelarán los créditos electrónicos utilizados para comprarlos, al menos en teoría. La descarga de billones de dólares en dichos activos debe hacerse con cautela para no destrozar el mercado, pero puede ser que el BCE no tenga más remedio que seguir adelante con la flexibilización cuantitativa, ya que las tasas están en cero. Si bien una tasa negativa podría obligar a los bancos a mantener menos de sus reservas con el BCE, tendría poco efecto directo sobre los préstamos a las empresas.
Por el momento, el BCE dice que la confianza del consumidor, los préstamos bancarios y el empleo siguen siendo sólidos dentro de la zona euro.