El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra decidió dejar las tasas de interés del Reino Unido sin cambios en 0.75%. Sin embargo, la decisión se dividió en una base de 7: 2 con las voces disidentes que pedían un recorte en la tasa para ayudar a impulsar la economía. Vale la pena señalar que el nivel actual es casi exactamente una décima parte de la tasa de interés promedio a largo plazo del 7,46% (1971 a la fecha). La tasa de interés más baja jamás establecida por el Banco fue de 0.25% desde agosto de 2016 (en respuesta al resultado del referéndum Brexit) y el valor más alto fue de 17% en noviembre de 1979.
La inflación del Reino Unido se encuentra oficialmente en 1.7%, por debajo (pero lo suficientemente cerca) de la cifra objetivo del Banco del 2%. El nivel oficial de desempleo en el Reino Unido es del 3,9%, que es bajo según los estándares históricos.
La opinión del Banco fue que el acuerdo de Johnson redujo la probabilidad de un Brexit "sin acuerdo" (en el corto plazo) aliviando parte de la incertidumbre que enfrentan los hogares y las empresas. Señaló que el nuevo régimen generaría nuevos controles aduaneros y barreras regulatorias (una vez que finalice el período de transición), inevitablemente elevando los costos para las empresas del Reino Unido que comercian con la UE.
El Banco entregó un mensaje mixto sobre el crecimiento. Por un lado, un acuerdo ofrecía "las perspectivas de un repunte en el crecimiento del Reino Unido", según Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra. El crecimiento debería subir del 1% este año al 2% para fines de 2022, particularmente si la desaceleración mundial disminuye. Carney señaló: "las tres cuartas partes de ese aumento en el crecimiento están impulsadas por factores internos, el más importante de los cuales es una reducción de la incertidumbre impulsada por una transición ordenada a un nuevo acuerdo Brexit".
En el lado negativo, la economía mundial más débil y la configuración actual del Brexit recortarían el 1% del crecimiento del Reino Unido en los próximos tres años en comparación con el pronóstico de agosto (basado en el acuerdo de la UE de Theresa May).
Según la estimación del Banco, la incertidumbre del Brexit ha llevado a una disminución del 11% en la inversión empresarial en el Reino Unido.
Las previsiones del Banco no tienen en cuenta el hecho de que Johnson ha descartado cualquier extensión al período de transición, en caso de que permanezca como primer ministro. Esto significaría que a menos que se llegara a un acuerdo comercial en julio de 2020, el Reino Unido dejaría la UE sin un acuerdo a fines del próximo año. Esto conduciría a una fuerte revisión a la baja de las previsiones económicas para el Reino Unido.