En un movimiento sorprendente, el Banco de Inglaterra decidió conservar estables sus tasas de efectivo, dejándolas en 0.75 % durante la última reunión del banco central de 2019. A pesar de no ser asombroso, este movimiento fue bastante importante, especialmente dado el estado actual de la economía británica.
Durante su anuncio, el banco hizo una declaración prudente con respecto al futuro de la economía, que ha estado sufriendo de debilidad este año. En el primer trimestre, el PIB británico subió un 0,5% seguido de una contracción del 0,2 % en el segundo y una suave recuperación en el tercero ganando un 0,3 %.
El banco espera que la economía británica progrese de forma mínima en el cuarto trimestre, ya que las exportaciones y la inversión se han mantenido frágiles a pesar del aumento en el consumo de los hogares. Una mejora en la situación global, ayudada por una reducción en los niveles de inseguridad y una recuperación modesta, hace que los miembros del banco opinen que el crecimiento económico británico se recuperará el próximo año.
Asimismo, destacó que la Libra Esterlina y las acciones británicas se han apreciado de manera reveladora frente a sus homólogos (antes y después de las elecciones) y que las tasas de desempleo se mantienen constantes, así como que la tasa de empleo se encuentra en torno a su máximo histórico.
Con respecto a la situación económica mundial, el banco recalcó los avances en los convenios entre Estados Unidos y China, pero se mantuvo reservado dada la nueva ola de aranceles contra países como Brasil, Argentina y Francia, que se sumó a la inseguridad en los mercados internacionales.
La inflación por su parte, se mantiene muy por debajo del objetivo del banco, que en la actualidad está fijada en un 2 %. La inflación de los precios al consumidor en Gran Bretaña se conservó sin cambios en noviembre, en un 1,5 %, alcanzando su nivel más bajo desde noviembre de 2016. El comité de política monetaria espera que la tasa de inflación continúe esta tendencia en el 2020 y dejó claro que la política monetaria todavía podría responder de tal manera que ayudaría a devolver la inflación al objetivo.
"La política monetaria podría responder en cualquier dirección a los cambios en las perspectivas económicas para garantizar un retorno sostenible de la inflación al objetivo del 2%", dijo el comunicado del Banco de Inglaterra.
En realidad, a pesar de asegurarse de que los niveles de inflación persisten cerca del objetivo del banco, el banco central necesita ajustar su postura de política monetaria de tal manera que ayude al crecimiento económico británico y los niveles de empleo. En pocas palabras, al tomar su decisión el banco debe tener en cuenta los posibles efectos de abandonar la Unión Europea, así como el calendario y si se retirará de la unión con o sin un acuerdo.
A pesar de la reciente victoria abrumadora que dio a los Tories una amplia mayoría en el parlamento británico, todavía existe una inseguridad profunda asociada a la segunda fase de las conversaciones que los representantes del Reino Unido están manteniendo con Bruselas. El hecho de que el Primer Ministro británico Boris Johnson esté tratando hacer ilegal la petición de una extensión de la Notificación A50 más allá de 2020 sólo favorece la molestia.
Esto, junto con el panorama económico mixto, nos permite entender la decisión del banco de expresar su reserva y su voluntad de dejar la puerta abierta para futuros cambios en la política monetaria.
Y parece que los actores del mercado tampoco son indiferentes a este hecho. El GBP/USD ha estado cerrando en terreno negativo durante los últimos días, además de experimentar mucha volatilidad últimamente. Durante la sesión europea del jueves el par se recuperó, sobre todo gracias a la subida del Dólar USA, pero volvió a caer en territorio negativo justo después del anuncio del banco, lo que demuestra que la inseguridad todavía pesa sobre el mercado.