El australiano ha estado cayendo en picado desde el jueves de la semana pasada, perdiendo alrededor de un 0,65 por ciento a partir de ahí hasta el final de la sesión del martes. Ayer, cerró la sesión en territorio negativo, perdiendo un 0,30 por ciento.
El Dólar australiano se suele negociar como un representante de Asia, en particular como un sustituto de la economía china, por lo que esta situación no debería ser una sorpresa. El jueves de la semana pasada, el australiano bajó repentinamente después de una racha ganadora de tres días, causada por la impresión de que las tasas de infección de coronavirus estaban bajando. El jueves trajo un drástico aumento de las infecciones de coronavirus, atribuido principalmente a un cambio en la metodología de diagnóstico de la enfermedad, haciendo que los inversionistas corran hacia activos más seguros como el Dólar Americano, especialmente dado el hecho de que la economía americana está evidentemente superando a sus pares.
El viernes de la semana pasada, el australiano rebotó, perdiendo un poco de territorio contra el Dólar Americano al final de la sesión. El optimismo sobre la situación de la economía australiana a largo plazo, alimentado por la resolución de la guerra comercial entre los Estados Unidos y China, podría haber atenuado los efectos negativos de la epidemia en el sentimiento del mercado.
Ayer, el Banco de la Reserva de Australia difundió el acta de la primera reunión de política que celebraron este año. En ellas, el RBA señaló su disposición de reducir aún más las tasas de interés del dinero en efectivo si fuera necesario. También destacaron que podría ser necesario un período prolongado de tasas bajas, dada la situación económica actual, calificando al coronavirus como un riesgo "material" para China y Australia. A pesar de ello, siguieron siendo optimistas en cuanto al futuro de la economía australiana, ya que pronosticaban un repunte en el mercado inmobiliario.
"De cara al futuro, la previsión del Banco era que el crecimiento del consumo se incrementara gradualmente, sostenido por un crecimiento modesto del ingreso disponible de los hogares y la recuperación del mercado de la vivienda", declaró el banco en sus actas.
El BIS de Oxford Economics prevé que la economía australiana se reduzca en 0,5 puntos porcentuales en el primer trimestre de 2020, con lo que el crecimiento económico general será nulo en ese período. El RBA espera que la economía crezca un 3 por ciento para 2021. El gobernador del RBA, Lowe, declaró recientemente que el brote ya está teniendo un efecto importante en el sector de la educación pero que no espera que tenga un efecto duradero en términos de crecimiento económico, no obstante, contaba con la disminución de las tasas de infección que, como ya hemos dicho, resultaron ser un falso positivo.
Debemos resaltar que es difícil determinar los efectos a largo plazo del brote del coronavirus y si la economía mundial, particularmente la de China, podrá recuperarse de sus pérdidas en el próximo trimestre. De hecho, en su último diagnóstico oficial, el RBA afirmó que los efectos del brote son en la actualidad inciertos.
Ahora bien, como ya se ha dicho, la probabilidad de que el ABR disminuya los tipos de interés en el futuro es ahora mayor, hecho que seguramente seguirá influyendo en el rendimiento del australiano en el futuro. Además, los inversores pueden seguir dirigiéndose hacia activos más seguros, dados los efectos ya perjudiciales de la epidemia en la demanda y el crecimiento económico de China (y, por tanto, de Australia).
Esta semana, los traders del Australia prestarán atención a la publicación de la tasa de desempleo australiana para enero, así como a las cifras de cambio de empleo, y estas cifras también pueden tener un impacto directo en el Australia.