El negociador de la Unión Europea, Michael Barnier, anunció el jueves que es hora de comenzar a negociar con el Reino Unido, haciendo referencia al hecho de que el Reino Unido finalmente abandonó la Unión Europea, así como a las negociaciones que se espera comiencen el lunes.
El Reino Unido dejó oficialmente la Unión Europea el 31 de enero a las 11 pm hora local, lo que, a pesar de ser un evento anticipado, todavía causó mucha incertidumbre en cuanto al futuro de las relaciones económicas y diplomáticas entre el Reino Unido y la Unión Europea. Tal como todos sabemos, el pueblo británico salió a votar en junio de 2016 y expresó su voluntad de abandonar la Unión Europea, lo que provocó una larguísima batalla política no sólo entre el Reino Unido y la UE (específicamente en lo que se refiere a las condiciones en las que el Reino Unido abandonaría la UE) sino también entre las fuerzas políticas favorables a la salida y a la continuidad dentro del Reino Unido.
Ahora, tras años de incertidumbre, la salida del Reino Unido de la Unión Europea es una hecho, aunque eso no quiere decir que el paso adelante haya mitigado la inquietud de los analistas y los agentes del mercado respecto al futuro, ya que ahora el Reino Unido ha entrado en un período de transición y necesita negociar con Bruselas cuestiones relativas a sus futuras conexiones comerciales y políticas con el bloque.
Mientras tanto, el Reino Unido permanecerá dentro de la unión aduanera durante los próximos 11 meses, así como miembro del mercado único. Sin embargo, considerando que el Reino Unido dejará de disfrutar de este privilegio una vez que finalice el período de transición, todavía queda la posibilidad de salir de la unión sin un acuerdo de libre comercio, lo que podría tener consecuencias perjudiciales para la economía del Reino Unido, además de afectar a la libre circulación de los ciudadanos británicos hacia los países que son miembros de la Unión.
El primer ministro británico Boris Johnson se comprometió a no hacer concesiones a Bruselas cuando se retome la lucha con la dirección de la Unión Europea. Fuentes afirman que el gobierno británico pretende alcanzar un acuerdo comercial tan bueno como el que la UE tiene con Canadá, que necesitó unos siete años de difíciles negociaciones. Por otro lado, Bruselas también pretende insistir en la implantación de sus normas, entre ellas exigir al Reino Unido que cumpla con la normativa laboral, social y medioambiental de la UE.
"Sólo hay dos resultados previsibles en la negociación, un acuerdo de libre comercio como el de Canadá o un acuerdo menos restrictivo como el de Australia, y nos complace perseguir ambos", dijo una fuente de Downing Street
Sin embargo, fuentes de la UE dijeron que un acuerdo como el que tienen con Australia es imposible de alcanzar en el plazo actual.
"Sería material y políticamente imposible", advirtió la fuente de la UE contra esta alternativa.
La Libra Esterlina se benefició de la materialización del Brexit, ganando un 0,87 por ciento el viernes frente al Dólar Americano, después de haber aumentado un 0,57 por ciento durante la sesión anterior. Por el contrario, también ganó 0,24 por ciento contra el Euro el viernes, después de ganar 0,38 por ciento durante la sesión anterior.
A pesar de esto, muchos analistas consideran que el precio de la Libra Esterlina caerá a largo plazo, principalmente porque, dada la excesiva anticipación, el mercado probablemente ya fijó el precio de la salida del Reino Unido de la UE, así como por la incertidumbre asociada al período de transición. Otros atribuyen el sentimiento a bullish del mercado a la reciente decisión del Banco de Inglaterra sobre las tasas de efectivo, ya que anunciaron que mantendrían las tasas estables en un 0,75%, lo que indica una actitud más optimista con respecto al futuro de la economía del Reino Unido.