Los participantes en el mercado vuelven a estar preocupados (o, tal vez, más preocupados de lo que lo han estado últimamente) por los consecuencias de la epidemia del Coronavirus en el rendimiento económico mundial. La semana pasada, los traders se enteraron de que varios países estaban solicitando la implementación de medidas fiscales a fin de impulsar el rendimiento económico mundial. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, también anunció la semana pasada que la economía de los Estados Unidos va bien, pero que se espera que la desaceleración económica persista en países como Francia y Japón.
Hasta ahora se han contabilizado más de 2.000 muertes causadas por la epidemia de coronavirus. En la actualidad hay más de 77.000 pacientes infectados, la mayoría de los cuales viven en la China continental. Otros países asiáticos, como Corea del Sur, Japón y Singapur, han comunicado casos fatales así como infecciones, y ahora es un hecho confirmado que el brote también ha llegado a países occidentales como Italia y los Estados Unidos.
No hace falta decir que las consecuencias económicas del brote se están sintiendo no sólo en China sino en los países que tienen una relación económica con ella. Un ex funcionario del FMI dijo recientemente que se prevé que la caída del consumo durante el primer trimestre de este año hará que el rendimiento económico de China descienda tres o cuatro puntos, otras organizaciones ya han revisado a la baja sus previsiones de crecimiento económico para este país asiático.
"Un ex funcionario del FMI, Zhu Min, dijo: "La caída del consumismo en el primer trimestre podría hacer caer el crecimiento en tres o cuatro puntos porcentuales. Es necesario un fuerte repunte, y eso requiere 10 veces más esfuerzo", añadió, señalando que el brote podría costar a China alrededor de 185.000 millones de dólares.
Este grave pronóstico hizo que el Secretario General de la OCDE, Ángel Gurría, pidiera a los países con superávit fiscal que implementaran medidas fiscales que ayudaran al crecimiento económico mundial. Aparentemente, tanto Japón como algunos países de la Unión Europea están tomando el mismo camino, ya que el ministro de finanzas japonés Taro Aso llamó a otros miembros del G20 a que consideren esta opción durante su reunión en Riyadh. Alemania, en un movimiento sorprendente, también señaló su voluntad de tomar esta dirección después de que su ministro de finanzas, junto con sus homólogos, declarara que los miembros de la Unión Europea deberían estar dispuestos a gastar más si la recesión económica golpea al bloque de 19 países.
Cuando los traders con aversión al riesgo se sienten incómodos, suelen dirigirse a los activos seguros, ya que éstos pueden salvaguardar sus carteras de las crisis económicas. El tesoro de los EE.UU., el Oro y el Yen son considerados activos seguros, por lo que no debería ser una sorpresa para nosotros que, dado el actual ambiente pesimista, los inversores favorezcan a algunos de ellos frente a otros activos de mayor riesgo.
La semana pasada los futuros de Oro alcanzaron un máximo de 7 años al final de la sesión del viernes, ganando 1.73 por ciento durante ese día y subiendo 3.86 por ciento a lo largo de la semana. No obstante, el Yen, que tradicionalmente se ha considerado parte de este grupo de activos, ha perdido su estatus la semana pasada según algunos analistas debido a la preferencia del mercado por el Dólar Americano, sólo para ser reivindicado al final del mismo. El par USD/JPY subió 1.62 por ciento durante la semana, cediendo parte de sus ganancias al final de la sesión del viernes, cayendo un 0.48 por ciento el viernes.
Si bien las muertes diarias y los diagnósticos en China han disminuido un poco, ha habido un aumento de los diagnósticos en todo el mundo, y los traders siguen siendo incrédulos en cuanto a que la enfermedad haya alcanzado su punto máximo, como se sugirió la semana pasada. Los mercados globales serán ciertamente susceptibles de movimientos adicionales basados en las noticias de China en la próxima semana.