La situación actual del mercado de Oro es muy diferente a la que experimentamos hace un mes. A mediados de marzo, los inversores vendían su Oro para cubrir sus demandas de margen, dada la clara preferencia por la liquidez en ese momento.
Luego la Reserva Federal anunció que continuaría con su programa de compra de activos y el gobierno de los Estados Unidos anunció un paquete de estímulo de 2 trillones de dólares, por lo que hacia finales de marzo los futuros de Oro intentaron recuperarse pero terminaron cerrando la última sesión del mes en territorio negativo, con una pérdida de alrededor del 2,84% el 31 de marzo, pero aún así avanzando un 2,31% para el mes.
Al llegar abril, la tendencia cambió. Hasta ahora, los futuros de Oro han ganado un 8,81%, impulsado por un renovado entusiasmo por este metal, así como por la recuperación de su estatus de refugio seguro. La semana pasada este metal precioso avanzó alrededor del 5,74 por ciento, seguido por otros como la Plata, que ganó un 9,51 por ciento.
Algunos analistas ya relacionan esta situación con un exceso de oferta monetaria, ya que varios países están tratando de salvar sus economías con paquetes de estímulo monetario fiscal para hacer frente a las consecuencias económicas del brote de coronavirus.
En realidad, las condiciones actuales favorecen la idea de un próximo repunte en los mercados del Oro. Por un lado, la cadena de suministro de Oro se ha visto muy afectada por el cierre de las minas de Oro debido al temor asociado al avance de la epidemia. Además, la mayor parte del Oro existente es propiedad de bancos centrales, inversores y fondos que seguramente no están interesados en vender sus reservas por el momento. Aunque en este momento es imposible descartar la eficacia potencial de los actuales esfuerzos para facilitar el suministro de este metal, aún hay muchas razones para pensar que el Oro puede terminar siendo demasiado escaso.
Por otra parte, tenemos factores psicológicos que pueden estar impulsando la demanda de esta modalidad y de otros metales preciosos similares. El brote del coronavirus está avanzando con fuerza, que en este momento ha infectado a alrededor de 1.781.053 personas y ha matado a 108.854, y se espera que tenga efectos devastadores en el rendimiento económico mundial. Las expectativas de una recesión económica mundial y probablemente incluso de una depresión, no hacen sino contribuir a la paranoia de los inversores, que pueden correr de forma masiva hacia activos que consideran "más seguros", como el Oro y otros metales preciosos.
No hace falta decir que tanto la alta demanda, como las luchas por la oferta, suelen estar relacionadas con el aumento de los precios del Oro, por lo que la idea de ver un repunte masivo del Oro en el futuro próximo no es tan absurda.
Además, un creciente sentimiento de desconfianza hacia nuestro actual sistema monetario puede convertir al Oro en el último activo seguro.
Recientemente, el Financial Times publicó un artículo en el que preguntaba sobre las perspectivas de inflación, concluyendo que las perspectivas son sombrías. El CJ explica que, a diferencia de las medidas de flexibilización cuantitativa que se adoptaron para contrarrestar los efectos de la crisis de 2008, esta vez han venido acompañadas de medidas de estímulo fiscal, lo que significa que ese dinero encontrará la manera de entrar en la economía real, por lo que, como todos sabemos, cuando hay un exceso de oferta monetaria, la inflación sigue su curso y el valor de muchas monedas se desploma.
Estas no son buenas noticias para nadie, excepto para los buscadores de Oro y los especialistas en catástrofes, dado el entorno de bajos tipos de interés y el déficit galopante. No obstante, hay analistas que no tienen en cuenta este escenario ya que consideran que es muy poco probable dada la existencia de muchas presiones deflacionarias en el mundo (como la caída de los precios del Petróleo y el envejecimiento de la población), así como que para que ocurra, la recesión tendría que ser relativamente corta.
A pesar de que la mayoría de los analistas no prevén el colapso de las monedas fiduciarias, algunos analistas e inversores ya recomiendan invertir en Oro para equilibrar y proteger la cartera, dado que prevén que la actual volatilidad del mercado continuará. Este consejo de inversión puede o no ser acertado, pero es cierto que resuena entre los inversores preocupados, sobre todo teniendo en cuenta que aún no podemos esperar el final de la crisis del coronavirus en un futuro próximo.