En la actualidad hay alrededor de 1,628 casos confirmados de coronavirus en Argentina, y aproximadamente 53 víctimas mortales, circunstancias que muestran que el problema aún continúa siendo relevante tanto para el sistema sanitario argentino, como para aquellos que están haciendo un seguimiento de la situación económica del país.
Debido a este hecho, el ministro de salud advirtió que la vuelta a la normalidad en el país no será "de un día para otro”, aludiendo que los países que decidieron levantar el aislamiento obligatorio están en estos momentos lidiando nuevamente con problemas relacionados con la pandemia, comentarios que fueron respaldados por el presidente de la república.
"Hicimos un enorme esfuerzo y no podemos perderlo, estamos sintiendo que estamos un poco mejor, pero tenemos que ir con cuidado", explicó el presidente Alberto Fernández durante una entrevista.
Por el momento, esto significa que la economía argentina seguirá operando con enormes restricciones, lo que podría ser complicado dado el hecho de que lleva tres años consecutivos enfrentando una recesión económica, además de tener que lidiar con niveles de deuda pública insostenibles.
Ya explicamos en una entrada anterior que el nivel de deuda pública en argentina es considerado insostenible tanto por los analistas como por miembros del gabinete del gobierno de Fernández. Lo que esto significa en términos prácticos, tomando en cuenta las actuales circunstancias, es que el gobierno tendrá que seguir insistiendo en reestructurar su deuda para siquiera tener la capacidad de continuar cumpliendo con sus obligaciones. De hecho, recientemente el gobierno anunció que reestructuraría $7.15 billones de dólares en bonos extranjeros, después de anunciar que reestructuraría más de $80 billones en deuda contraída en divisas extranjeras.
Esto, por supuesto, podría ser tremendamente útil desde el punto de vista del gobierno, sin embargo, lo que esto significa para cualquier potencial inversor interesado en prestar sus recursos al gobierno argentino es que, al ser la deuda insostenible, el riesgo de impago soberano es más alto, lo que llevaría a cualquier inversor a pensar dos veces antes de arriesgarse a prestar dinero al estado argentino.
El viernes pasado Moody's bajó la calificación crediticia del país desde Caa2 hasta Ca lo que, según esta agencia calificadora, refleja un riesgo de pérdidas de mas del 65%. La agencia calificadora Fitch también decidió bajar la calificación crediticia hasta "default restringido" lo que una vez más muestra la creciente desconfianza hacia el gobierno argentino en términos de su credibilidad como deudor. Estas impresiones por parte de las agencias calificadoras, por supuesto, reducen la capacidad de endeudamiento del país a futuro, lo que podría ser problemático dadas las actuales circunstancias.
Se espera que el país continúe en cuarentena hasta el 13 de abril, aunque no se descarta una extensión del período si la situación lo requiere. El gobierno argentino afirma que, por lo menos hasta el momento, las medidas han probado ser útiles en términos de la contención del avance de la pandemia, lo que por el momento es difícil de verificar de forma independiente.
Esto, naturalmente, se ha visto reflejado en el desempeño del peso argentino frente al dólar. De acuerdo a las cifras oficiales, el dólar se ha apreciado en un 0.01% en lo que va de la semana, sin embargo, la semana pasada logró avanzar un 0.87% frente a la divisa argentina, cerrando la sesión del viernes en 64.91 pesos argentinos por unidad.
Se espera que el peso argentino continúe depreciándose frente al dólar. Analistas consultados por el banco central argentino prevén que el dólar alcanzará el nivel de 85,90 pesos a finales de este año, previsión que no refleja las expectativas respecto al valor de esta divisa en el mercado paralelo.
Hasta el momento no se han observado efectos concretos de la inyección de liquidez recientemente anunciada por el gobierno como parte de un plan para hacer frente a los efectos de la expansión de la epidemia en la economía, se espera también que en las próximas semanas este cambio se vea reflejado en el nivel de precios.