En estos momentos hay alrededor de 1,086,990 infectados de coronavirus en el país, mientras que han muerto alrededor de 50,659, lo que convierte a Brasil en el segundo país más afectado del mundo, sólo superado por los Estados Unidos. Algunos especialistas piensan que eventualmente Brasil superará a los Estados Unidos en número de contagios, convirtiéndolo en el más afectado.
Brasil está ahora en medio de la apertura gradual de su economía, la cual empezó a concretarse la semana pesada. La movida fue polémica debido al hecho de que la crisis sanitaria parece estar empeorando, lo que haría la apertura contraproducente en términos de contención de la pandemia. Las autoridades se excusan afirmando que el país está ahora mejor preparado para enfrentar los efectos de la pandemia y para contener la crisis sanitaria, pero muchos rechazan esta posición afirmando que es muy pronto para reabrir la economía y que lo único que se logra con esto es aplazar la recuperación.
El gobierno de Brasil se ha destacado por su actitud poco convencional frente a la pandemia, oscilando entre la indiferencia y el negacionismo, incluso al lado de políticos que adoptaron posturas similares como Donald Trump. Ha incluso optado por tratar de ocultar y tergiversar los reportes de infecciones y muertes, aunque la corte suprema de justicia no permitió que el gobierno continuase con tal medida.
Desde el punto de vista de la política económica, el gobierno recientemente anunció un programa de desgravación fiscal que eximiría a los contribuyentes de intereses y multas acumuladas en sus deudas para que puedan cumplir con sus obligaciones. El banco central de Brasil también se unió a los esfuerzos por estimular la economía, bajando la tasa de interés a 2,25%, hasta un mínimo histórico. La OCDE proyecta que el país caiga entre un 7.4% y un 9.1% este año dependiendo de si hay una segunda ola de la pandemia o no, un dato que es extremadamente preocupante considerando que el país ya lidiaba con una recesión económica antes de la actual crisis.
Desde el punto de vista político, las tensiones continúan aumentando debido al cada vez más prominente rol de las fuerzas armadas. El domingo, Bolsonaro dijo durante un discurso que el rol de las fuerzas armadas es defender al país y a la democracia, agregando que el ejército estaba al servicio de la población.
"Nuestra misión, la misión de las Fuerzas Armadas, es defender el país, defender la democracia", dijo Bolsonaro, "estamos al servicio de la voluntad de la población brasileña", agregó.
Esta acción resultó ser polémica dado el contexto político actual, ya que existe el temor de que las fuerzas armadas tengan que establecer cual lado favorecen más, si el del gobierno de Bolsonaro o el de la corte suprema de justicia, los cuales junto al congreso agobian a Bolsonaro y a sus colaboradores al establecer causes legales en su contra.
Es probable que la situación para el real brasilero continúe empeorando, aún si hay un renovado apetito por el riesgo que a su vez favorezca otras divisas del mundo emergente. De continuar con la reapertura de la forma en la que se ha implementado la situación sanitaria podría agravarse de forma significativa, por lo que es probable que la presión bajista sobre el real brasilero aumente en las próximas semanas.