"El horizonte de recuperación será más largo, mientras no haya una vacuna o un tratamiento efectivo disponible," comentó el secretario de hacienda Arturo Herrera, agregando que la política económica, particularmente la política fiscal y financiera, debe ajustarse a la nueva realidad del país.
El secretario recalcó que México tendrá que lidiar con la pandemia por lo menos durante un año e incluso hasta un año y medio. En cuando al esfuerzo fiscal necesario, destacó la necesidad de administrar los recursos públicos de tal forma que no haya un desequilibrio financiero.
“Para lograrlo se requiere de una mezcla correcta de medidas fiscales, crediticias y regulatorias,” agregó, destacando la importancia de mantener la cooperación y coordinación internacional entre los países del G-20.
En estos momentos hay alrededor de 344,224 casos confirmados de coronavirus en el país, además de 39,184 muertes a causa de este. Esto convierte a México en uno de los países más afectados de américa latina, sólo superado por Brasil y Perú, los cuales han confirmado alrededor de 2,099,896 y 353,59 casos respectivamente.
El presidente de la república Andrés Manuel López Obrador prometió mejorar el sistema sanitario, además de ofrecer ayuda a las familias afectadas por la pandemia. Al igual que su secretario de hacienda, destacó la necesidad de evitar el derroche para así tener un presupuesto público eficiente para garantizar el bienestar de los ciudadanos mexicanos.
"Nunca, jamás daremos la espalda a los que sufren y nos necesitan. Nada humano no es ajeno", comentó López Obrador destacando la disposición del gobierno de proveer a la población el acceso a atención médica, análisis, vacunas y medicamentos.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe espera que la economía mexicana se contraiga en un 9% este año, siendo el quinto país más afectado de la región junto con Ecuador. La comisión llamó al gobierno mexicano a ampliar su apoyo de emergencia hacia las medianas y pequeñas empresas además de los estratos medios de la población.
La semana pasada, el mercado del petróleo experimentó una situación mixta. Los futuros del crudo intermedio del oeste de Texas avanzaron en un 0.10% cerrando la semana en el nivel de 40.59. Por otro lado, los futuros del crudo Brent cayeron en un 0.23% cerrando la semana en el nivel de 43.14. El crudo mexicano experimentó una situación similar, cerrando la semana a la baja en un precio de 37.27 dólares por barril.
Los analistas atribuyen la situación en el mercado del petróleo al hecho de que hay dudas respecto al curso que tomará la demanda del crudo, ya que la pandemia del coronavirus continúa avanzando en el mundo, hecho evidenciado por el repunte en el número de contagiados que los gobiernos del mundo occidental han estado reportando. La expectativa de ver un aumento en la oferta del crudo también ha presionado el mercado a la baja, principalmente basado en las últimas declaraciones de la OPEC+ al respecto, al anunciar su decisión de aumentar la producción de crudo en agosto.
Esta situación se ha visto reflejada en el rendimiento del peso mexicano, el cual ha perdido 0.46% frente al dólar estadounidense la semana, cayendo por segunda semana consecutiva.
Este es un hecho destacable dada la relativa debilidad del dólar americano en las últimas semanas, cayendo 0.73% frente a una canasta de sus principales competidoras, y perdiendo territorio por cuarta semana consecutiva.