En lo que va de esta semana, el Dólar Neozelandés ha perdido un 0.90 por ciento con respecto al Dólar Estadounidense, perdiendo terreno por tercera semana consecutiva y a la luz de la reciente recuperación de este último. Mientras tanto, también ha caído un 0.45 por ciento frente al Dólar Australiano.El Dólar logró avanzar la semana pasada después de seis semanas consecutivas de pérdidas, ganando un 0.09 por ciento contra un grupo de sus principales competidores. Esta semana el Dólar ha ganado un 0.18 por ciento, la cual es la segunda semana consecutiva de ganancias.
El entusiasmo tardío por el Dólar podría estar relacionado con el informe de empleo recientemente publicado, el cual mostró que la tasa de desempleo se ubicó en 10.2 por ciento, mejor que las expectativas de los analistas pronosticarán, quienes previeron que se ubicaría en 10.5 por ciento. Por el contrario, las nóminas no agrícolas de julio subieron más de lo esperado, situándose en 1.76 millones en lugar de 1.53 millones. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, también resolvió firmar una acción ejecutiva con la que pretende garantizar una ayuda extra de 400 dólares para el desempleo, así como proteger a los ciudadanos americanos contra desalojos, aplazamiento de préstamos estudiantiles y suspensión de los impuestos sobre las nóminas.
Nueva Zelanda se encuentra ahora en medio del recrudecimiento de la pandemia del Covid-19. Recientemente, Auckland reportó el primer caso transmitido localmente en 102 días, lo que obligó al gobierno a reponer las restricciones de nivel tres durante tres días en la ciudad. Esto quiere decir que los bares, restaurantes y negocios no esenciales tendrán que cerrar y que los residentes de Auckland sólo podrán salir de sus casas para realizar actividades esenciales. También se prohibirán las reuniones de más de 10 personas. En cuanto al resto del país, tendrán que cumplir con las restricciones del nivel 2, que prohíbe las reuniones de más de 100 personas y se aplicarán medidas de distancia social.
La Primera Ministra, Jacinda Ardern, ha comentado hoy que las elecciones generales que se celebrarán el 19 de septiembre, podrían aplazarse si no se contiene el brote.
"Estamos buscando el asesoramiento de la Comisión Electoral, sólo para asegurarnos de que tenemos todas las opciones abiertas", comentó, " Aún no se ha tomado ninguna decisión, como se puede imaginar," añadió.
En este momento hay 1.570 casos confirmados de Coronavirus en la isla, así como una cifra de 22 muertos. Esto convierte a Nueva Zelanda en uno de los países más exitosos en términos de manejo de la pandemia, en comparación con su vecino cercano Australia, que tiene 22.127 casos confirmados y 352 muertes totales.
En términos del calendario económico, ANZ publicó el lunes su cifra preliminar de confianza empresarial, que se situó en -42.4 en agosto después de haber estado en -31.8 durante el mes anterior. La perspectiva de actividad se situó en -17 por ciento, después de haber estado en -8.9 por ciento durante el mes anterior. Statistics New Zealand publicó su cifra de ventas al por menor de tarjetas electrónicas, la cual aumentó en un 1.1 por ciento (mes a mes) en julio, después de haber crecido un 15.6 por ciento en el mes anterior. La cifra anual avanzó un 11.4 por ciento, después de estar en un 8 por ciento en el mes anterior.
El martes, Statistics New Zealand informó que el número de turistas que visitaron Nueva Zelanda disminuyó en un 98.4% en junio, después de haber disminuido en un 99% con respecto al mes anterior.
Hoy el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda anunció su decisión de mantener los tipos de interés en efectivo sin cambios en un 0.25 por ciento, manteniéndose en línea con las expectativas de los analistas.
El banco también anunció su decisión de ampliar su programa de compra de bonos de 60.000 billones de Dólares neozelandeses a 100.000 billones de Dólares neozelandeses, y manifestó su deseo de emplear un paquete de herramientas monetarias adicionales, entre las que se encuentra la posibilidad de fijar el tipo de efectivo por debajo de cero y ofrecer financiación de bajo costo al sector bancario, en función de la inflación y los niveles de empleo. Esto es notable dado que el banco dijo anteriormente que no se podía aplicar una tasa de interés negativa, puesto que los sistemas operativos de algunos bancos no podrían hacer frente a ello, aunque se les ordenó que prepararan sus sistemas para ello.