Las últimas semanas no han sido las mejores para los entusiastas de los metales preciosos, ya que la volatilidad dominó los mercados.
Hasta ahora, los futuros del Oro han renunciado a las ganancias de la semana pasada, bajando un 4.50%. Durante la semana pasada, el Oro intentó recuperarse, añadiendo un 3.82%, principalmente ayudado por la caída del Dólar Estadounidense, el cual cayó un 1.92% contra un grupo de sus principales competidores. En lo que va de semana, el Dólar se ha recuperado de las pérdidas de la semana pasada, ya que el índice del Dólar subió un 0.78%. Los futuros de la Plata también han perdido terreno esta semana, bajando un 5.03% y renunciando a parte de las ganancias en un 8.53% de la semana pasada.
La repentina debilidad de los metales preciosos podría ser explicada por el optimismo que se apoderó del mercado tras el anuncio de Pfizer sobre una vacuna contra el Coronavirus, aumentando el apetito por el riesgo e impulsando el rendimiento de los activos de riesgo como las acciones. En este momento, varios países están negociando con Pfizer para asegurar las dosis de la vacuna, que según los primeros datos de la compañía tiene una eficacia superior al 90%.
Los metales preciosos han aumentado desde el inicio de la pandemia, ya que el aumento de la aversión al riesgo en todos los mercados ha impulsado a los traders e inversores hacia los activos seguros. Muchos también temen una inflación elevada, ya que los bancos centrales internacionales están considerando la posibilidad de imponer tipos de interés negativos y de tener balances que están alcanzando cifras récord.
Ahora, esos temores se ven reforzados por la decisión de los gobiernos de proporcionar estímulos fiscales para mantener la economía a flote, teniendo en cuenta los efectos perniciosos de las restricciones que se promulgaron para detener la propagación del Coronavirus. Debido a ello, los gobiernos están acumulando actualmente cantidades récord de deuda, lo que podría tener efectos negativos a largo plazo, al menos según la sabiduría convencional.
En cualquier caso, la reciente victoria del candidato demócrata Joe Biden aumentó las esperanzas de un estímulo adicional en los Estados Unidos, que en este momento es necesario y tendría un efecto positivo a corto y mediano plazo. Además, el hecho de que la pandemia siga aumentando en todo el mundo indica que los esfuerzos de estímulo no cesarán pronto.
A medida que el COVID-19 continúa propagándose, éste ya ha infectado a cerca de 52.564.762 personas y ha matado a 1.291.785. Los Estados Unidos son el país más afectado, con un total de 10.708.728 casos y 247.398 muertes, seguidos de la India, el Brasil y Francia. Muchos países están considerando la posibilidad de establecer un bloqueo general adicional, mientras que otros (como el Reino Unido e Israel) ya lo han puesto en práctica. Suecia, que alguna vez fue elogiada por su enfoque único, ahora también está considerando la posibilidad de aplicar otras restricciones, dado el reciente aumento de los casos.
Actualmente, los temores sobre la logística de la distribución real de la vacuna se están apoderando del mercado, lo que puede disminuir el entusiasmo por los activos de riesgo. Esto ya está afectando al rendimiento del mercado de valores y podría favorecer a los metales preciosos en un futuro próximo.